Una persona desaparecida en extrañas circunstancias, dos más acribilladas, un herido, un atentado perpetrado a pocos metros del Apostadero Naval y la captura de varias personas cuyas identidades no han sido reveladas por las autoridades, son a grandes rasgos los resultados de una semana marcada a fuego por el recrudecimiento de la violencia en San Andrés.
La suspensión del alcalde de Bogotá Samuel Moreno no es otra cosa que la demostración de que en Colombia la corrupción no da tregua. Varios gobernadores de San Andrés y Providencia sufrieron las mismas consecuencias hace poco, sin embargo la lección sigue sin ser aprendida.
