Resulta frustrante, en un país con tantos retos por delante, la ausencia de planes a largo plazo que acusan las campañas de los aspirantes a la presidencia de la república. Salvo la posibilidad de la paz, la falta de propuestas que incluyan grandes compromisos con un futuro mejor a partir de la ejecución de claras políticas económicas, sociales y ambientales, es evidente.