Con motivo del Día de la Educación Ambiental, que desde 1975 instauró a nivel mundial las Organización de Naciones Unidas (ONU) cada 26 de enero, EL ISLEÑO dialogó con Claudia Delgado, coordinadora de Educación Ambiental de la corporación Coralina, para conocer que hace su dependencia y algunas acciones programadas para este 2023.
La educación ambiental es un aspecto primordial, para dar a conocer la importancia de respetar el medio ambiente y contribuir con la conservación de los recursos naturales, en aras de lograr sociedades más sostenibles; máxime en un territorio como el Archipiélago, declarado como reserva de la biosfera desde el año 2000.
En términos generales, ¿qué acciones adelanta la coordinación a su cargo?
Con la Ley 99 de 1993 (Ley General Ambiental) se estableció la Política Nacional de Educación Ambiental, que traza varias estrategias en la materia para las diferentes poblaciones del país.
De este modo, la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (Coralina), desde sus inicios, viene desarrollando programas articulados a proyectos ambientales y campañas para generar conciencia ambiental dentro de la comunidad, en torno a las diferentes problemáticas que se presentan en las islas.
Uno de los aspectos en que más énfasis se ha hecho, es con los docentes y estudiantes de las instituciones educativas cuando se implementó desde hace seis años la denominada ‘Malla Curricular Herencia Raizal’, que recoge todo lo pertinente al conocimiento del territorio insular, tanto en temas ambientales como culturales, representativos de la Reserva de Biosfera Seaflower.
También hemos desarrollado proyectos comunitarios, teniendo en cuenta las necesidades en distintos sectores, atendiendo problemáticas como recurso hídrico y manejo de residuos sólidos, entre otros; y sobre todo, relativos a la conservación y preservación de los ecosistemas estratégicos del Archipiélago.
Adicional al trabajo que realizamos con primera infancia y en los colegios, también adelantamos campañas puerta a puerta en los barrios, con la ayuda de las juntas de acción comunal y diferentes organizaciones, para brindar información pertinente y para escuchar al ciudadano, aclarando dudas en estos aspectos.
El año pasado hicimos una campaña muy fuerte, conjuntamente con el Ministerio de Ambiente, para la preservación del pez loro (parrot fish), donde desarrollamos talleres, tuvimos encuentros con los pescadores artesanales y entregamos material didáctico para hacer la divulgación respectiva.
¿Con su experiencia de más de 20 años en la entidad, qué tanto cree que ha calado la información ambiental?
Sabemos que las problemáticas ambientales en la isla son bastantes, por factores derivados de diferentes causas; otras más se han agudizado por cuenta del cambio climático.
Sin embargo, cuando Coralina arrancó operaciones, habían muchas infracciones básicamente porque las personas desconocían que habían acciones prohibidas, situación que ha mejorado notablemente porque las denuncias se han incrementado sustancialmente. Ello lleva a pensar que ha incrementado el nivel de conciencia, frente al daño que se le puede estar causando a los ecosistemas.
Los niños asimilan muy bien la información ambiental que les suministramos e igualmente los adultos se están cuestionando frente a lo que está bien y está mal en un territorio como San Andrés.
En todo caso, es pertinente recalcar que la educación ambiental debe ser un trabajo constante, porque hay que ser reiterativos con las reglas. Se necesita de una suma colectiva de conciencias, para que vivamos en armonía con la naturaleza a partir de nuestras buenas prácticas y para que realmente se pueda dar un cambio notorio en nuestra reserva de biosfera, que es lo que todos queremos.
¿Qué actividades se tienen previstas para estos primeros meses del año?
Vamos a tener más proyectos ciudadanos de educación ambiental, acompañamiento a los proyectos ambientales escolares y haremos un énfasis especial en algunas campañas que nos han solicitado realizar en términos de control del ruido y de residuos sólidos.
Esto en articulación con las otras entidades que componen el Comité Interinstitucional de Educación Ambiental, trabajar mancomunadamente en este tipo de acciones con miras a ser más oportunos.
¿Se desarrollan también jornadas de sensibilización con los turistas?
Sí, se han adelantado campañas conjuntas con la Policía y también con la Gobernación, en sectores donde normalmente se presentan situaciones contrarias a la norma, principalmente la peatonal de Sprat Bight.
En este punto quisiera insistir, en que necesitamos del apoyo de los hoteles, agencias de viajes, y prestadores de servicios turísticos, para divulgar cuáles son esas prácticas que no están permitidas en el Archipiélago.
De hecho, para este año se tiene previsto implementar la iniciativa de buenas prácticas para el sector hotelero ‘Estrella Ambiental’, en articulación con el el programa Negocios Verdes de Minambiente, y con la que se busca sensibilizar al turista para que su huella ecológica no genere tanto impacto negativo en las islas
Por último ¿qué mensaje desea dejar en esta importante fecha?
Que ser educado ambientalmente no es más que tener una mínima conciencia de cosas tan básicas como: si visito las playas, si disfruto de ellas, ¿por qué tengo que dejar mis desechos allí?
Se trata simplemente de eso: de no arrojar residuos donde no corresponde y también, en lo posible, de recoger aquellos que vea mal dispuestos.
Igualmente, no consumir aquellas especies que se encuentren en veda,y no usar artefactos sonoros a altos volúmenes, que no solo perturban a los demás sino que alteran los espacios que han sido destinados para brindar paz y tranquilidad.
Es clave que quienes vivimos en la isla tengamos un alto sentido de pertenencia, para que con nuestro ejemplo, podamos hacer que quienes nos visitan también lo adquieran. Si pensamos en la isla y en lo que nos ofrece, cada uno podemos convertirnos en un educador ambiental.
