Como apertura a la agenda cultural y académica del Green Moon Festival 2016, el conversatorio ‘Di plies Wih Kaal Huom’ (El lugar que llamamos nuestro hogar) llenó el auditorio de la Gobernación este lunes, evento creado por el colectivo de jóvenes ‘Dih ruuts Projek’. (foto: archivo particular)
El taller fue conducido los estudiantes universitarios Sedney Suarez Gordon (Matemáticas), Shanelle Roca Hudgson (Politología), Mario Miranda May (Ingeniería Industrial), Yulda Bent Taylor (Antropología Social) y Javid Sierra (Diseño Industrial).
El público contó con la importante presencia de estudiantes de los colegios Cajasai y Técnico Industrial; los asistentes pudieron conocer a través de una “experiencia multisensorial”, hechos de la historia del archipiélago que, sobre todos los más jóvenes desconocían y que tocaron fibras muy sensibles, que muchos no esperaban.
Pasajes históricos como el esclavismo y el multilingüismo; el coco, su importancia como producto de exportación y su declive; la entrada del narcotráfico y como permeó en la juventud isleña; fueron temas que fueron narrados (en voz en off) y representados por los mencionados artistas a manera de obra teatral.
Una vez finalizada la puesta en escena, se realizó un conversatorio muy constructivo y donde los elogios hacia el colectivo no se hicieron esperar. La cita terminaría con una deliciosa degustación de productos ‘de la casa’.
¿Qué es Dih Ruuts Projek?
Este grupo de isleños radicados en la ciudad de Medellín, se denominan como colectivo ‘RUUTS’ (Raizal University students United to Seek Solutios), y ya suman 30 integrantes, liderados por Sedney Suárez Gordon.
Ellos mismos se definen como “una comunidad que pretende fortalecer y establecer vínculos fuertes del estudiante isleño con el archipiélago, de forma que todos unidos como futuros profesionales, asumamos una responsabilidad con nuestra tierra desde nuestro ámbito académico”.
Han liderado desde tiempo atrás, protestas fuera de las islas en torno, por ejemplo, al fallo de La Haya o a las exploraciones petroleras que pretendían adelantarse en el archipiélago.
Pretenden dar a conocer su territorio desde el ámbito intelectual, pasando del simple “tenemos una culinaria deliciosa, un gran tesoro musical, etc, etc.”, a un discurso más académico y nutrido con las diferentes disciplinas en las que se están formando los miembros del colectivo; esta es sin duda una gran fortaleza del grupo.
Inclusive pretenden plantear currículos pedagógicos dentro de las instituciones educativas para que se incluya la historia local dentro del pensum académico de los colegios, comenta Urmie David Fox, enfermera de 19 años y colaboradora del proyecto.
Intercambios permanentes
El colectivo interactúa de forma permanente con estudiantes isleños, por medio de asesorías en materias universitarias, con el objetivo primeramente de colaborar con sus dudas académicas; pero también para fortalecer los lazos de confraternidad que los unen aún fuera de sus islas, reuniéndose así sea solamente para conversar en creole.
“Este proyecto nace desde la añoranza; buscamos apropiarnos de nuestra historia y expresar cómo entendemos el mundo, cada uno desde una óptica propia”, comenta Sedney Suárez.
“Vemos una luz de esperanza en ustedes”, manifestó uno de los asistentes al cierre del encuentro. “Que importante que se estén gestando este tipo de manifestaciones, y sobre todo de personas tan frescas, ¡tan vitales!; a ustedes sí los escucha la juventud”, agregó otra persona.
Ciertamente, el presente de las islas debe ser liderado por movimientos de este tipo; propuestas frescas, versátiles y dispuestas a pasar de la crítica al hecho; fórmulas que le apunten a formar ‘conciencias’ desde el hoy. ¿Por qué esperar a que sean ‘las futuras generaciones’ quienes lo hagan?
