Agenda 2030

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El 1 de enero de 2016 entró en vigor oficialmente la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (ODS) que marca el rumbo para construir un mundo más justo y equitativo para toda la población. Estos Objetivos son un llamado universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad para 2030.

La Agenda, aprobada por los Estados miembros de la ONU en septiembre de 2015, está compuesta por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), todos integrados, pues las intervenciones en un área afectarán los resultados de otras; además, el desarrollo debe equilibrar la sostenibilidad medio ambiental, económica y social.

Fieles a la promesa de no dejar a nadie atrás, los países se han comprometido a acelerar el progreso para aquellos más atrasados, y fueron diseñados para traer al mundo varios ‘ceros’ que cambien la vida: pobreza cero, hambre cero, discriminación cero contra las mujeres y niñas, por ejemplo. Para alcanzar estos ambiciosos objetivos se necesita la creatividad, el conocimiento, la tecnología y los recursos financieros de toda la sociedad para conseguir los ODS.

El propósito de la presente reflexión es hacer visibles los retos de Colombia y nuestro Departamento para los próximos 10 años, particularmente en lo educativo. Aunque el país está avanzando en el propósito de contener la pobreza en todas sus formas, reducir las desigualdades, tener la garantía de poder vivir en un territorio ambientalmente sostenible, y la seguridad de contar con una sociedad pacífica, inclusiva y resiliente, falta mucho por hacer. Igualmente, nuestro PDD ‘Todos por un nuevo comienzo’, expresa el deseo de un avance en estos y otros temas.

Si se desea un desarrollo sostenible y una paz estable y duradera, deben cumplirse todos los 17 ODS. Sin desarrollo no habrá paz; al mismo tiempo, sin paz completa el desarrollo no es posible. Por eso deben definirse “políticas públicas intersectoriales, multinivel, con una visión de largo plazo, pensadas de forma diferencial, basadas en datos desagregados y adecuadas a los contextos de países plurales y diversos como este”, dice la ONU

Aunque nuestro país ha logrado avances significativos en materia de reducción de la pobreza, en 2019 el 35,7% de los colombianos se encontraba en condición de pobreza monetaria (“ingresos por debajo del mínimo de ingresos mensuales definidos como necesarios para cubrir sus necesidades básicas”); la pobreza monetaria extrema (se da “cuando una persona no puede satisfacer su necesidad más básica, la de alimentarse”)la padecía el 9,6%.

Esta clase de pobreza “hace referencia a una de las situaciones más graves que puede afrontar un ser humano”. Y en este punto el país mantiene “tendencias decrecientes tanto de la incidencia de pobreza como de pobreza extrema”, dice un informe del PNUD.

El cuarto Objetivo de la Agenda 2030 pide “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos/as”; esto porque una Educación de calidad para todos es una condición fundamental para alcanzar el desarrollo que se requiere. Para ello se necesita “profesores cualificados, infraestructura, aprendizaje pertinente, significativo e incluyente y cobertura universal”.

Aquí sí es cierto que el mandato de “No dejar a nadie atrás” se debe aplicar a cabalidad. Aunque hemos progresado en cobertura, la desescolarización es un desafío, en particular en la primera infancia (51%), en la educación media (22%) y en la educación superior o terciaria (62%), afirma el DANE.

Para rematar, la deserción, particularmente en las zonas urbanas con más bajas condiciones de vida y en zonas rurales se acrecentó por la pandemia, pues para “agosto de 2020, 49,1 % de las personas consultadas en la Gran Encuesta Integrada de Hogares del DANE manifestó no haber podido continuar con sus estudios en medio de la pandemia del covid-19”. El 78,5 % de ellas asistía a una institución de carácter oficial.

En nuestro Departamento en el 2,13% de los hogares hay niños desescolarizados, afirma la Consejería Presidencial para las Regiones; también, el analfabetismo está presente en el 1,7% de los hogares. Y si de ver la situación según sector analizado: vivienda, educación, salud, seguridad, gobernanza, ambiente y trabajo, el sector educación ocupa el 4° puesto con 50,9, sabiendo que “100 indica un excelente estado, mientras que un puntaje de 0 significa que hay muchos retos por superar”. Y en cero están los sectores Trabajo y Ambiente.

Concluyendo, digamos que el reto para Colombia y el Departamento es promover, entre otros, una Educación con calidad para todos, acceso y permanencia en los diferentes niveles de Educación. Además, deben promoverse políticas que reduzcan los factores asociados a la deserción. Para ello se requiere el concurso de los gobiernos nacional y departamental, el sector privado, la ciudadanía por igual para asegurarnos de tener y dejar un Departamento mejor a las generaciones futuras.