El domingo es siempre un día especial, día de encuentro con el señor resucitado, día de las buenas noticias, día de la comunidad cristiana que se reúne para celebrar y alimentar su fe. El mensaje de este domingo se centra en nuestra misión de profetas.

Se podría decir que, en términos generales, cada especie tiene su momento tanto de lucha por la supervivencia como de evolución y posicionamiento en el entorno. Así mismo un conglomerado evoluciona de acuerdo con la madurez de los individuos que lo componen; el humano no se escapa de esta regla, así como tampoco la sociedad dentro de la cual él habita.

La mortalidad es un concepto que podría parecer obvio. Si bien nadie ha logrado superarla, la intención de omitirla es, sin duda, el motor de la historia y los desafíos que la humanidad colectiva e individualmente ha alcanzado, desde la producción artística, la invención de nuevas tecnologías, los edificios canónicos o la conquista de territorios.

Antes de iniciar psicoterapia habló con sus padres y les dijo que le dolía. Le preguntaron ¿dónde? Se tocó el centro del pecho y dijo el corazón. Los malestares que se transitan pueden ser abrumadores, demasiados oscuros o profundos, demasiado para acogerlos con las palabras, demasiado para mirarlos de frente, demasiado para sostenerlos con las manos frías y temblorosas.

Los hechos noticiosos de la izquierda colombiana poco a poco han ido dejando el monte, a donde debía correr la prensa nacional a realizar el cubrimiento respectivo. Muchas veces guiada por un olfato periodístico muy parecido a la fe. Aunque no por completo, todavía, lamentablemente.

Comencemos con esta constatación, estamos viviendo momentos de crisis, y “la crisis actual es una crisis de esperanza”. Fenómenos como la más grande migración conocida en la historia de la humanidad, las guerras frecuentes en las que los dueños del poder siguen sometiendo pueblos, la debacle financiera; el incremento de gobiernos corruptos que frenan la libertad y prosperidad de las naciones que gobiernan…