Desde hoy hasta el 22 de octubre próximo se adelantará en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya una de las quincenas más agitadas de los últimos años. El Palacio de la Paz, sede de la máxima instancia judicial de las Naciones Unidas, se convertirá en sala de audiencias y argumentos entre cuatro países de las Américas que estarán detrás de la zona oceánica más cotizada del momento: el espacio marítimo del archipiélago de San Andrés y Providencia.
Colombia, Nicaragua, Honduras y Costa Rica tendrán la oportunidad de exponer sus argumentos orales y jurídicos sobre la disputa territorial y marítima entre Colombia y Nicaragua que en la actualidad se debate en la corte.
Pero lo que la (CIJ) tiene que definir en las próximas semanas es si acepta la aplicación de Costa Rica y Honduras para intervenir en este proceso que fue iniciado el 6 de ciciembre cuando Nicaragua demandó a Colombia por una delimitación marítima y territorial en el Archipiélago de San Andrés y Providencia.
Y como en la Diplomacia no hay amigos sino intereses, cada uno de estos países tiene sus propios intereses y fortalezas.
Colombia con el fallo del 13 de diciembre del 2007, se siente confiado en tener aseguradas las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, pero inquieto de que le puedan mover el piso en el Meridiano 82, donde la corte fue enfática en señalar que sí tiene competencia para delimitar esta llamada frontera marítima. Zona llena de riquezas ictiológicas e hidrocarburos.
Nicaragua por su parte no quiere que la CIJ acepte a estos dos vecinos en el debate, se siente fortalecida con un fallo a su favor en una demanda contra Honduras. Una sensación que se podría condensar en el adagio popular que dice: “no hay cama para tanta gente”.
Honduras se siente lastimado por un fallo de la corte en un caso con Nicaragua y cree que su tratado de límites con Colombia esta fraccionado por el fallo del 2007. Estaba convencido que el paralelo 14 era su frontera con Colombia pero la CIJ lo tumbó.
Costa Rica entra al escenario tímidamente, siente que su soberanía e intereses han sido afectados y no quiere ser un actor pasivo. Es el único país que no ha ratificado su tratado de límites con Colombia.
¿Conveniente o inconveniente?
La pregunta sería si es conveniente para Colombia el ingreso de estos dos países. Y la respuesta es no.
Lo anterior en virtud de que Honduras daría una pelea que ya perdió con Nicaragua en el 2007, y meterse alargaría el proceso, con la gravedad de que el meridiano 82 se cayó y esa frontera ya está abierta.
La entrada de Costa Rica empeoraría las cosas debido a que este país nunca ratificó el tratado de límites con Colombia, ó sea no existe una obligación contractual
¿Que puede hacer la CIJ?
La corte puede aceptar el ingreso de Honduras y Costa Rica al litigio, tal vez los acepte para determinar la zona del paralelo 15 que es la salida de Nicaragua y conduce directo a la zona de régimen común con Jamaica.
Autores como Cavelier, Lozano Simmonely y Areiza Taylor cuestionan a los agentes colombianos por solicitar excepciones preliminares un día antes de la demanda de Nicaragua, alegan que debieron haber pedido de entrada que la corte se declarara a fondo sobre el asunto y evitar la caja de pandora que estamos contemplando. ¿Que pasará si Jamaica y Panamá solicitan también ser escuchados en este caso?
Mientras todo esto pasa las empresas pesqueras locales se debaten entre declararse en bancarrota o seguir compitiendo con empresas de otros países con más ventajas comparativas y más protección judicial que la misma industria local.
Amanecerá y veremos quién se queda con la mejor tajada de este territorio marítimo del Caribe occidental, pero lo que si queda claro es que el Palacio de la Paz y los discursos de la reina Beatriz en dicho salón ya no serán los mismos después de esta quincena de incertidumbre para el Caribe occidental y los países en discordia.