A través de un comunicado, la Cancillería colombiana señaló que no es competencia de la Unesco determinar el programa de manejo de la zona de Reserva de la Biósfera ‘Seaflower’. El Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que la Reserva, “inscrita en el Programa del Hombre y la Biósfera de la Unesco, mediante un acto soberano de Colombia, se encuentra sujeta a la legislación nacional”.
La declaración del Gobierno se da ante las manifestaciones en medios de comunicación en el sentido de que Nicaragua solicitaría a la Unesco el reconocimiento de una parte de la Reserva.
“De conformidad con su Tratado constitutivo, la Unesco no tiene la facultad de pronunciarse sobre diferendos internacionales entre Estados ni puede intervenir en materias que correspondan esencialmente a la jurisdicción interna de los Estados”, agrega el comunicado de la Cancillería.
Ante el fallo de la Corte Internacional de Justicia sobre el diferendo entre Colombia y Nicaragua, señala que se estudian los “mecanismos, recursos y acciones” que le sean permitidos por las leyes nacionales y el derecho internacional “para promover la defensa de los intereses” del país y de los derechos de pesca y de las poblaciones colombianas del Archipiélago.
Además, reiteró el compromiso con la protección de la Reserva de Biosfera ‘Seaflower’ y que esto se trata de un asunto del ámbito de la soberanía nacional.