La canciller de Colombia, María Ángela Holguín, informó este jueves que el buque nicaragüense que se encontraba en aguas colombianas cercanas al cayo Quitasueños, ya abandonó el país. Sin embargo advirtió que el Gobierno Nacional envió a Nicaragua una nota de protesta por la presencia de la embarcación.
Así mismo, calificó el hecho como un “acto de desespero” por parte de Nicaragua antes conocerse el fallo de la Corte de la Internacional de Haya por la soberanía de los cayos de San Andrés y Providencia.
El barco nicaragüense fue detectado el miércoles "a 13 millas náuticas, al este del meridiano 82, en aguas colombianas" y al ser cuestionado por su presencia alegó que seguía "instrucciones" del Gobierno de su país.
Holguín subrayó que Nicaragua "ha pretendido a San Andrés y Providencia. Ha pretendido que el Tratado Bárcenas-Esguerra (de 1928) sea declarado inválido. Ha pretendido que el archipiélago sea nicaragüense".
"La Armada Nacional ha estado ejerciendo la soberanía y la seguirá ejerciendo", advirtió la ministra colombiana.
Agregó que esa situación de ejercicio de soberanía se continuará haciendo mientras que la Corte de La Haya "envíe el fallo" que definirá los límites con Nicaragua en esas aguas.
La ministra colombiana, asimismo, consideró que hay "imprecisiones" en una nota de prensa leída esta tarde en Managua por el asesor jurídico de la Cancillería de ese país, César Vega, en la que aseguró que las autoridades colombianas han hecho gala de una "actitud hostil".
"El barco entró en aguas colombianas con pretensión de llegar Quitasueño y la Armada lo invitó a retirase de aguas colombianas, de manera respetuosa", dijo Holguín.
"El comunicado de Nicaragua no está ligado realmente a la verdad", concluyó la jefa de la diplomacia colombiana.
Unas horas antes el propio presidente Juan Manuel Santos se reunió con Holguín, con el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y los altos mandos militares para revisar la tensión desatada con Nicaragua tras la incursión de la embarcación en aguas colombianas.