La catedrática y colaboradora ocasional de EL ISLEÑO.COM, María E. Pérez, escribió una carta a esta redacción con motivo de las declaraciones formuladas por el Presidente de la República, Juan Manuel Santos, acerca del ejercicio de la soberanía territorial sobre estas islas y su mar jurisdiccional... Reflexiva y polémica, merece nuestra atención especial.
Señor Director
A propósito de la visita del Señor Presidente Santos al archipiélago y de sus palabras, plasmadas en El Espectador y EL ISLEÑO.COM, en su edición de (ayer) lunes 16 de julio: “…Vine por primera vez cuando estaba en la Marina en el año 67; luego vine como Ministro de Defensa y hoy como Presidente de la República. En todas las ocasiones a ejercer soberanía sobre estas islas”, agregando que la soberanía de Colombia sobre las islas es de vieja data.
Reveló que en 1911 se estableció la Capitanía del Puerto en San Andrés, en 1917 llegó la Infantería de Marina y en 1972 se establecieron los puestos de Infantería de Marina en seis de las islas menores del archipiélago, tomando así total posesión. “Desde entonces, se ha venido ejerciendo esa soberanía a lo largo y ancho de este territorio colombiano”, concluyó el Presidente Santos.
Con el debido respeto al Señor Presidente Santos, me permito recordarle que quienes realmente han ejercido soberanía sobre este archipiélago han sido siempre los pobladores raizales de estas islas. Ellos son quienes han ejercido verdadera soberanía por más de 200 años y por voluntad propia desde su adhesión a Colombia en 1823.
Esta adhesión fue reiterada en 1903, cuando decidieron seguir siendo colombianos, al no aceptar la propuesta norteamericana de adherirse a Panamá en su separación. Son los navegantes y pescadores isleños quienes verdaderamente han hecho soberanía en el archipiélago y todos sus cayos y bajos, no sólo la armada y el estado colombianos que llegaron tardía y precariamente a hacerlo.
Porque la soberanía no depende exclusivamente a través de las fuerzas militares si no, y sobre todo, del buen gobierno que ha escaseado en las islas.
Cordialmente,
M. E. Pérez