El domingo primero de enero de 2012 marca el comienzo de una nueva era en esta parte del Caribe, una época de cambios que principia por el relevo de la timonel que tomará el mando de la nave, y la tripulación que la acompañará en el periplo buscando, siempre, un mejor destino.
En este orden de ideas, hay natural expectativa por dilucidar lo que vendrá. Por conocer la carta de navegación que desplegará una nueva capitanía en esta región de vientos huracanados. Pero también de brisas tan apagadas que -no pocas veces- nos abandonan a nuestra propia suerte.
En este orden de ideas la comunicación será vital. La voz que llegue desde la cabina de mando ha de ser -ojalá- firme, clara y constante. Sustentable. Por lo pronto, la nueva gobernadora de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, Aury Guerrero Bowie, lanzó un mensaje esperanzador para el día de su posesión.
Ella propuso “un gran encuentro de raizales, isleños, continentales y extranjeros, reunidos con el propósito común de tejer los sueños de paz y de progreso en el archipiélago”. Y apeló, para el logro de este anhelo, a “las manos creativas y trabajadoras de todas y todos…”.
La convocatoria de imágenes alusivas a una tradición “de piratas, cuentos de Anansy y noches de luna verde”, también a cargo de Guerrero Bowie, denotan la intención de contar con el aporte de una franja de la cultura, el arte y la intelectualidad, un tanto alejada del Palacio de los Corales.
Se vienen cuatro largos años. De trasnochos, insomnios, sobresaltos y madrugadas... Buen viento y buena mar para la nueva conducción. Que la embarcación navegue a puerto seguro, con el favor de Dios. Por el bien de todos.