La pregunta sobre el origen del criollo de base inglesa hablado en San Andrés y Providencia frente al criollo jamaicano nos invita a explorar la rica intersección de historia, cultura y lenguaje en el Caribe.
Aunque puede parecer natural vincular ambas variedades lingüísticas, las particularidades históricas y contextuales de cada isla sugieren una narrativa más compleja.
Jamaica y San Andrés comparten raíces en la colonización inglesa, pero las diferencias en sus cronologías son notables. Providencia y San Andrés fueron colonizadas tempranamente por la Providence Island Company en 1629, casi tres décadas antes de que Inglaterra tomara control de Jamaica en 1655. Este temprano asentamiento inglés en San Andrés sugiere que los procesos de contacto lingüístico y criollización pudieron iniciarse allí antes.
En contraste, Jamaica, al convertirse en un eje del comercio de esclavos y la industria azucarera, experimentó un contacto lingüístico más intenso, con una vasta interacción entre diversas lenguas africanas y el inglés de los colonos. Este crisol demográfico y cultural facilitó la formación de su criollo, documentado desde etapas relativamente tempranas.
Factores distintivos de San Andrés y Jamaica
1. Escala y contexto de la Esclavitud: Mientras que Jamaica fue una de las mayores colonias esclavistas del Caribe, la esclavitud en San Andrés operó a menor escala, lo que podría haber influido en patrones distintos de criollización.
2. Aislamiento geográfico y cultural: las islas colombianas, más pequeñas y alejadas de los centros de poder, siguieron un desarrollo más independiente, lo que pudo llevar a la evolución de un criollo con características únicas.
3. Diversidad de orígenes: dada la composición inicial de los colonos (puritanos ingleses, algunos escoceses e irlandeses) y las posibles diferencias en las procedencias de las personas esclavizadas en las etapas iniciales en comparación con Jamaica, las influencias lingüísticas tempranas podrían haber variado.
¿Un origen compartido o historias paralelas?
La cronología de San Andrés sugiere una ventaja en el surgimiento de un criollo. Teniendo esto en cuenta, no es necesariamente cierto que el criollo de San Andrés derive directamente del jamaicano. Por el contrario, el relativo aislamiento de nuestro archipiélago sugiere trayectorias paralelas más que una dependencia directa. Sin embargo, es evidente que el contacto posterior entre las islas y la popularización de la cultura jamaiquina ha generado durante las últimas décadas influencias que han enriqueciendo nuestra variedad de ‘kriol’, por ejemplo, a través de la música, la literatura y el cine.
Conclusión
El criollo de base inglesa de San Andrés y Providencia, al igual que el jamaicano, es testimonio de historias complejas de colonización y resistencia cultural. Si bien comparten raíces comunes en la lengua inglesa y en experiencias de criollización, cada variedad refleja los contextos únicos que las moldearon. Así, más que "venir" una de la otra, ambas son expresiones lingüísticas independientes, aunque emparentadas, del Caribe multilingüe. El estudio de estas lenguas continúa iluminando las conexiones históricas y las dinámicas culturales de nuestra región.