La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago (Coralina) participó de una importante acción este fin de semana, junto a otras entidades nacionales e internacionales, cuando se dispuso una tonelada de conchas y otros especímenes que regresaron a su hogar: el mar.
Según informó la entidad, esta acción representó mucho más que una devolución simbólica, dado que se trató de la recuperación ecológica de organismos que fueron extraídos ilegalmente del ecosistema marino de la Reserva de Biosfera Seaflower, afectando sus procesos naturales y biodiversidad.
Desde 2024, la autoridad ambiental ha estado acompañando el proceso de recepción y disposición de estos especímenes, decomisados en el aeropuerto José María Córdova (en Rionegro, Antioquia), liderado por Cornare (Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Rios Negro y Nare).
Dichos resultados han sido producto de un trabajo articulado entre la Policía Nacional, la ONG Wildlife Conservation Society (WCS), Fondo Acción, Avianca, Deprisa, Airplan, Aerocivil, y Coralina, haciendo posible que especies como caracol pala, bivalvos, corales, estrellas de mar y más, sean trasladadas de regreso a San Andrés, para cumplir nuevamente su función ecológica.
Este proceso de disposición final, de conchas marinas y otros especímenes, fue parte de la campaña de sensibilización ‘No selles su destino’, para visibilizar el daño del tráfico ilegal de fauna marina; y el impacto positivo de devolver lo que nunca debió salir del mar.
“Las conchas marinas no son recuerdos de viaje. Son vida, son parte de un ecosistema que debemos proteger”, se lee al concluir el boletín de Coralina.