La consejera municipal de Juventudes de San Andrés, Kimberly Torres, hizo un enérgico llamado de atención a la Cámara de Representantes, porque muchos de los parlamentarios abandonaron el recinto en momentos en que ella y otros consejeros se disponían a intervenir en una sesión conjunta. Pidió “un mínimo de respeto” para el Consejo Nacional de Juventudes (CNJ) del que hace parte.
Para empezar, es válido decir que la sanandresana es al mismo tiempo la delegada de la isla ante el Consejo Departamental de Juventudes en el Archipiélago; y que fue elegida por este órgano, para ser también la representante ante el Consejo Nacional de Juventudes por el departamento de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
Torres tiene 24 años, lleva más de tres en el mundo del Consejo de Juventudes, es estudiante de décimo semestre de Derecho en la Universidad Pontificia Bolivariana y aspira a graduarse a principios de 2025.
En palabras de la activista, su rol se puede definir como el de interlocución entre las juventudes de los departamentos y el Gobierno nacional, mediante comisiones (como ocurre dentro del Congreso de la República) de tipo accidental, en mesas de concertación y de decisión nacional, o para la creación de la Agenda Juvenil Nacional; entre otras acciones.
Sesión conjunta fallida
Sobre lo ocurrido en la Cámara, Torres dijo que esta semana viajaron a la capital colombiana, convocados por el Viceministerio de Juventud, para ser oficialmente posesionados como delegados territoriales ante el CNJ.
Posteriormente fueron invitados por el presidente de la Cámara de Representantes, con el objetivo de participar en una sesión conjunta que se desarrollaría el 11 de diciembre, y presentar allí algunas de sus propuestas. Sin embargo, durante su intervención, varios de los asistentes abandonaron el recinto.
“Nosotros accedimos a la invitación del presidente con muchas expectativas, a pesar de que era algo pronto, pues apenas nos habíamos posesionado el día anterior. En todo caso asistimos, se nos permitió hacer proposiciones sobre los proyectos de ley que se estaban debatiendo, pero cuando se dio apertura a la sesión conjunta, como los representantes ni siquiera sabían que nosotros íbamos a estar ahí, muchos de ellos decidieron levantarse del espacio y ya no había quórum para continuar con la sesión”, explicó.
La joven abogada comentó que para los consejeros esto representó una total falta de respeto, aun cuando los legisladores habían sido convocados previamente para votar algunos proyectos de ley multipartidistas; o sea que era inevitable que asistieran, porque se iban a tomar decisiones que los vinculaban a todos como bancada.
“Sabemos que la asistencia de los representantes está supeditada a la voluntad política, es decir, no se les puede obligar a que asistan a una sesión conjunta con nosotros; pero estuvieron en el recinto todo el tiempo, y cuando nos correspondió el uso de la palabra, minimizaron por completo la opinión de los jóvenes que nosotros representamos, decidieron que no era relevante sesionar con nosotros y simplemente se fueron. Es más, muchos de los que se quedaron no prestaban atención a nuestras intervenciones, otros se reían y tenían conversaciones privadas”, añadió.
“Fue algo indignante”
Torres recalcó que los miembros del CNJ se acostaron sobre las 5:00 de la mañana de ese día, preparando propuestas sólidas para presentar en la Cámara; iniciativas que estuvieran dentro del marco jurídico y que tuvieran incidencia real en todos los jóvenes del territorio nacional, pero que nunca imaginaron ser irrespetados de esa forma.
Para ellos fue tan “indignante” lo ocurrido, que se reunieron en ese mismo lugar y decidieron tomar una postura, dejando por sentado y manifestando su descontento ante la actitud que había tenido la Cámara de Representantes con los delegados de la juventud colombiana.
“Yo también soy miembro de la Junta Directiva del CNJ, entonces fui designada para manifestar nuestra postura frente a lo sucedido. Así que hicimos un llamado de atención para que supieran que no vamos a seguir permitiendo esas faltas de respeto con los jóvenes del territorio nacional; y sugerimos, además, que se defina dentro de su reglamento interno cómo debe llevarse a cabo una sesión conjunta del Consejo ante el Senado o la Cámara, porque ni siquiera sabían cómo hacerlo. Lo del miércoles pasado fue un espacio completamente improvisado”, enfatizó.
La delegada isleña destacó que los representantes por el Archipiélago, Elizabeth Jay-Pang y Jorge Méndez fueron de los pocos parlamentarios que se quedaron en el salón, atendiendo lo que los jóvenes tenían para expresar. Y que lo propio hizo cada uno de los consejeros, tratando de identificar si sus representantes estaban ahí o no, para luego presentar las reclamaciones a las que haya lugar.
Al cierre, Torres comentó que por ley el CNJ tiene derecho a dos sesiones de este tipo al año, y que como el 2024 está por concluir, al igual que las sesiones en el Congreso, la situación ya quedó en manos de las ‘ias’ para que atiendan el proceso legal que una funcionaria de la Defensoría del Pueblo (que les acompañaba el día del incidente) acaba de abrir ante varias instancias nacionales.
“Yo solamente espero que hayamos sentado un precedente, para que situaciones como estas no vuelvan a ocurrir. Independientemente de pertenecer o no al CNJ, siempre me ha gustado estar relacionada en el tema de la política, porque confío plenamente en que la política va a cambiar en este país y que nos vamos a dejar de tanta politiquería”, concluyó.
(Agradecimientos: Omar Prieto)
(Foto: archivo particular)
