En trabajo articulado con distintas entidades, la organización Raizal Youth da pasos agigantados para el fortalecimiento de tradiciones ancestrales, como la agricultura, para la soberanía y resiliencia alimentaria en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
Una de estas entidades aliadas es el Fondo Acción, una organización no gubernamental colombiana, con cerca de 24 años de experiencia en inversiones sostenibles en ambiente y niñez.
El Fondo Acción creó en el año 2021 el Fondo de Acción Climática para Niñas, Niños y Mujeres que busca, durante los próximos 50 años, apoyar iniciativas de la sociedad civil que busquen prevenir, mitigar y aumentar la capacidad de adaptación a los efectos del cambio climático en poblaciones vulnerables de Colombia.
La primera convocatoria del Fondo de Acción Climática se realizó en el archipiélago, que es el territorio más vulnerable en el país al cambio climático. Y como resultado, de una convocatoria, nos comenta Paola Cubillos, una de las colaboradoras de la entidad, fueron seleccionadas siete iniciativas.
Proyectos de adaptación climática y alimentaria
Una de las organizaciones que ha sido beneficiada de las convocatorias para apoyo en las islas, es precisamente Raizal Youth, que nació luego del fallo de La Haya como una oportunidad para que los jóvenes en la isla se proyectaran hacia un ideal político e histórico.
Sham Forbes, vicepresidente y gestor de proyectos de la organización, indicó que se encaminan hacia el conocimiento de su ancestralidad raizal. "Ahora mismo estamos enfocándonos en agroecología, y ya hemos tenido varios proyectos. Para este, en concreto, trabajamos con un grupo de 12 mujeres en el sector de Elsy Bar, contactadas a través de la reconocida agricultora Lilien Mclaughlin", explicó.
Según explicó, esta es una forma de garantizar un relevo generacional, porque "sabemos que las mujeres trabajan un poco más arraigadas a esos vínculos maternales, con nietos e hijos, entonces también es una buena oportunidad para apuntar a lo que es la soberanía alimentaria".
Así mismo, este proyecto también contempla una granja escolar, trabajada con niños entre 12 y 15 años del colegio Brooks Hill, con el propósito de generar vínculos y apropiación por parte de los menores, y que conozcan su historia y los procesos de resiliencia.
"Tenemos que entender y apropiarnos de nuestra tierra, de nuestra comunidad; y sabemos que los alimentos, la agricultura, son el vehículo más directo para poder preservarse en el tiempo como cultura", agregó Forbes.
Más iniciativas en el Archipiélago
Además de Raizal Youth, el Fondo de Acción trabaja actualmente con otras seis iniciativas en las islas, una más en San Andrés, con la Asociación de Guías Scouts; y cinco en Providencia: Fundación Providence, que trabaja en alfabetización climática; la Asociación Casa de la Cultura, centrada en aprovechamiento de aguas lluvias y soberanía alimentaria.
También con la Fundación Piknini, para fortalecer capacidades para entender, actuar y comunicar sobre gestión del riesgo y cambio climático; Fundación A Pie Limpio, enfocada en la creación de huertas familiares; y con AgroProvidencia en preparar y equipar mujeres y niñas para responder a emergencias climáticas.
"Lo que implica el Fondo de Acción Climática es la articulación de esfuerzos: Fondo Acción apoya técnica y económicamente para poder llevar a cabo los proyectos de aprobados. Buscamos fortalecer las ideas de la sociedad civil acompañar a las organizaciones, sobre todo en temas administrativos para fortalecer sus capacidades de planeación, ejecución y reporte.
Nos interesa seguir trabajando con las organizaciones en las islas y que estas puedan acceder a más fuentes de financiación", dijo Cubillos, al cierre del recorrido por los sembrados del sector rural de Elsy Bar.