Este año será escenario de una gran contienda electoral para elegir gobernadores, alcaldes, diputados y concejales. Es por esto que los aspirantes a la Gobernación del Archipiélago comienzan a mostrar sus cartas, como el caso del actual diputado, Nicolás Gallardo Vásquez, quien ya está calentando motores. Entrevista._(Foto: Valentina Medina)
¿Cómo se cerró el año 2022 para Nicolás Gallardo?
Fue un año de grandes retos y muchísimas bendiciones; en lo personal, creo que año a año se van fortaleciendo algunos pilares en mi vida personal, espiritual y profesional; un ejemplo, haber culminado la maestría en Gestión Pública en la Universidad de los Andes, fortalece el proyecto que estoy emprendiendo este 2023.
También fue un año muy fructífero como presidente de la Comisión de Presupuesto en la Asamblea Departamental, puesto que sacamos adelante varios proyectos importantes para el Archipiélago, aunque también nos hubiera gustado verlos ejecutados en su mayoría…
¿Y cómo considera que cerró el año el Departamento?
En principio considero que a las islas les falta mucho en el orden espiritual, en la recuperación de valores. Por ejemplo, lo que ocurrió en Providencia, donde dos niñas menores se agredieron y una de ellas falleció a manos de la otra; o como en San Andrés, donde las muertes violentas están llegando de manera frecuente a la casa de sus habitantes, son síntomas de descomposición social que deben preocuparnos sobremanera.
Yo creo que el departamento ha perdido su rumbo, carece de los valores que teníamos antes y en eso, precisamente, hay que trabajar: en recuperarlos y reorientar el norte de las islas, desde la inversión social con coherencia y el buen ejemplo.
En cuanto a lo social, hace falta inversión pública; es muy triste ver que muchos de los proyectos que se plantearon desde la Asamblea el año anterior, no se vieron materializados en obras. La calle 13, por citar un ejemplo, sigue siendo una incógnita; también se planteó la reconstrucción del Coliseo Rosado, y desafortunadamente no hemos visto el primer ladrillo.
El aeropuerto tampoco se ha comenzado a intervenir, de la forma cómo se habló en el debate que hicimos a la Aeronáutica Civil en la Asamblea; y para el hospital departamental, en su momento se presentaron diferentes proyectos de mejoramiento y de dotación, con sumas superiores a los $11.000 millones, pero tampoco se han visto las obras.
Así mismo, considero que al Archipiélago le hace falta avanzar en materia turística, puesto que en diciembre pasado la isla se vio un poco sola; y no fue solo mi percepción, sino también la de otros colegas.
A propósito de la temporada ¿Qué análisis hace de la situación? ¿Cree que es momento de cambiar el modelo turístico de las islas?
Creo que las islas merecen más en materia de seguridad; se necesita mayor presencia en todo sentido, no solo para el control sino también para la prevención. Porque cuando las noticias negativas superan a las positivas, con robos, asesinatos, o incluso fenómenos naturales adversos, se afecta la posible llegada de turistas y esto debe ser contrarrestado con un buen ‘city marketing’, mostrándole a quienes están interesados en venir que tenemos, por ejemplo, playas paradisíacas y una cultura muy importante por ser descubierta y apreciada.
Pero cuando los destinos no se promocionan adecuadamente, si ese ejercicio no se hace en forma idónea, finalmente todos terminamos pagando esa falta de visibilidad. A lo anterior también hay que sumarle la disminución de frecuencias aéreas en los últimos meses.
Con respecto a cambiar el modelo turístico, creo que primero nos toca organizarnos internamente, generar un orden, recuperar nuestra nomenclatura autóctona, mostrar y demostrarnos a nosotros mismos lo importantes que somos y renovar nuestro sentido de pertenencia con San Andrés.
Cuando volvamos a tener eso, pienso que tendremos una mejor oferta turística, aunada al despliegue de un ‘city marketing’ basado en estadísticas, impulsando una estrategia de ‘marca región’ de la mano de una inversión fuerte en infraestructura, no solamente en la terminal aérea, sino en vías internas y andenes. Todo un conjunto de mejoras para garantizar que los visitantes se lleven una buena experiencia.
Además, también hay que apuntarle a un turismo más sostenible, que cuide y mantenga nuestros ecosistemas saludables. Debemos ampliar la oferta de turismo no solo de sol y playa, si no también orientada a lo ecológico, al avistamiento de aves o recorridos por los manglares, actividades a las que no se le ha dado la relevancia requerida.
Además, apuntarle al turismo deportivo que genera mucha riqueza. Cuando vienen las triatlones, por ejemplo, se genera un cambio de percepción de nuestros espacios y de la isla misma, y los recursos que traen los participantes irrigan de forma poderosa la economía.
Un tema que preocupa es el cambio climático, cada vez más evidente en San Andrés ¿Qué percepción tiene de este tema y de la gestión del riesgo en las islas?
La conciencia colectiva frente al cambio climático debe ser una realidad para todas las personas que habitamos las islas, porque, en principio, nosotros estamos en la ruta de los huracanes y tormentas tropicales, así que debemos hacernos a la idea y orientar las decisiones institucionales en ese sentido.
Lo anterior, porque el tema de cambio climático es transversal a cualquier proyecto que se quiera desarrollar de ahora en adelante; de este modo, las construcciones y los desarrollos tecnológicos deben ir orientados en esa línea.
Adicionalmente, debe considerarse que nuestra propia economía se pueda basar en las llamadas ‘economías de cambio climático’, explorando sobre los ‘bonos azules’ gracias a que tenemos arrecifes, manglares y una gran plataforma marina.
Con ese trading podríamos generar recursos importantes, que se vean reflejados en nuestra comunidad y ayudar a quienes ya han sido objeto de daños y perjuicios por la misma crisis climática. No se trata de ser alarmistas, pero sí hay urgencia de generar una conciencia colectiva para estar y vivir preparados ante las diferentes situaciones que se puedan presentar.
Retomando el tema de los niveles de violencia actuales ¿qué piensa hacer frente a esta problemática?
Hoy, la violencia se ha vuelto el pan de cada día de quienes habitamos la isla, y lo más preocupante es que la sociedad se ha acostumbrado a escuchar de estos hechos y los normaliza. En mi opinión, no hay que perder la capacidad de asombro, porque hemos sido una comunidad de paz y cualquier hecho de estos debe ser repudiado.
Igualmente, tenemos una parte de la juventud que desafortunadamente está persiguiendo malos ejemplos, en temas que no son transparentes y que van en contra de los valores de una persona. Incluso, para mucha gente es normal –repito– ver a estos jóvenes con una situación criminal a cuestas.
Así que hay que contrarrestar esa situación dando buen ejemplo; yo siempre he dicho, que tanto los líderes espirituales como gubernamentales y empresariales, debemos comenzar dando buen ejemplo para poder luego irradiarlo.
Háblenos de la corrupción y también de la ‘cultura de la legalidad’ ¿será posible instalarla aquí?
Cuando se habla de corrupción, se habla a todo nivel, porque uno debe ser correcto siempre. Básicamente, si una persona no cumple con lo que pacta, ello también es corrupción.
Violar, por ejemplo, las normas urbanísticas, molestar al vecino con altoparlantes, botar basura en la calle, o cualquiera de estos gestos que parecen mínimos, expresan la falta de legalidad y es también una vía hacia la corrupción.
Actos de corrupción ocurridos en la isla, no han dejado avanzar en proyectos de inversión, así que como miembros de esta comunidad, con la mano en el corazón, debemos dar muestras de esperanzas… De que hay personas que queremos hacer las cosas bien, de forma transparente, y que deseamos el avance del departamento.
¿Cuáles serán los pilares de su campaña?
Pienso más que nada trabajar en el ‘ser’ y también en el ‘hacer’. En el ser, recuperando esa conciencia colectiva, esas buenas costumbres de antaño, recobrando nuestra cultura ancestral. Y, como dije, generar esperanza y esa confianza que tanto se ha perdido en las islas.
Quisiera, además, ser un gobernador abierto, para poder escuchar a sus ciudadanos. Uno no se las sabe todas, hay que prestar atención a la voz de los más experimentados porque, definitivamente, hay mucho por aprender.
En cuanto al ‘hacer’, trabajaré para impulsar el plan del recurso hídrico y de alcantarillado; buscaré la manera de recuperar las cavernas de agua que han sido desafortunadamente intervenidas por construcciones; esto en pro de disminuir al 100% las inundaciones que se generan en épocas de lluvia.
Haré todo el trabajo necesario para sacar adelante el aeropuerto, realizaré las gestiones pertinentes para que la Aerocivil y el Ejecutivo, de la mano con el Legislativo, nos ayuden a apalancar los recursos para que la nueva terminal sea una realidad y tenga los estándares que requiere nuestro destino.
También trabajaré para extender los servicios del hospital hacia los diferentes puestos de salud existentes, o los nuevos que haya que hacer, buscando la descongestión del centro asistencial; y para que los adultos mayores, por ejemplo, no tengan que ir hasta allá por unos medicamentos que perfectamente se pueden reclamar en su barrio o cerca de él.
Debemos tener un hospital moderno y confortable, con excelente mano de obra y los implementos necesarios para atender debidamente a los locales; y para pensar el día de mañana, por qué no, en un turismo médico dada nuestra excelente ubicación en el Caribe.
También hay un proyecto muy importante que priorizaremos: la recuperación de playas, porque precisamente nuestro turismo depende de ellas, y muchas ya se han perdido en zonas de Sprat Bight, San Luis y el Sur de la isla.
Cambio climático
Como mencioné anteriormente, todos los proyectos que se quieran implementar en San Andrés deben tener en cuenta la transversalidad con el cambio climático y con la sostenibilidad ambiental.
Nosotros somos una reserva de biosfera y por eso la inversión debe ser pensada no solo en el ámbito ‘duro’, de la infraestructura, sino también en proyectos que ayuden a la regeneración de los ecosistemas marinos.
Por último, vale la pena comentar, que se ha pensado en tener un laboratorio que se dedique a estudiar las especies propias del Archipiélago; adicional a otros proyectos encaminados a la recuperación de los corales, del caracol pala y del pez loro.
Es vital para nosotros ser sostenibles en el tiempo; el éxito de esta región está enmarcada en cómo ser conscientes y proteger nuestros recursos en el tiempo. Tenemos una naturaleza bastante extensa pero que está siendo desaprovechada, pero yo sé que con el favor de Dios y con un trabajo juicioso, vamos a lograr sacar estas islas adelante.