Este 31 de octubre el ‘Campamento por la Dignidad’ (Dignity Camp) cumplió 600 días de haberse instaurado en Providencia; esa misma fecha, se anunció el levantamiento de su emblemática carpa (no del movimiento), dado que se había cumplido su objetivo primordial. ¿Qué sigue ahora? Habla Edgar Jay.
En diálogo con su líder, el pescador y capitán Edgar Jay Stephens, explicó que la misión de evitar la destrucción ambiental de la cuenca del arroyo de Bowden y la militarización de la bahía de Old Town, ante las pretensiones de la Armada Nacional de construir una nueva Estación de Guardacostas en tan valioso lugar, estaba superada.
“Con el retiro de la Armada del Bowden, adicional al reciente fallo de la Corte Constitucional de Colombia, relacionado con el proceso de la reconstrucción, se ha consolidado nuestro objetivo primordial En caso de que lo intenten nuevamente, los pescadores los vamos a detener otra vez”, expresó.
Cabe recordar que, desde las consultas previas realizadas en Providencia durante los años 2014 y 2015, y a mediados de este año, dicho proyecto había sido rechazado. Incluso, la autoridad ambiental Coralina había dado su concepto negativo.
“Guardacostas le estaba apostando a vencer por cansancio a nuestra gente. Aprovecharon el proceso de reconstrucción para tratar de ganar una legitimidad que no tenían, instalándose en Bowden y generando afectaciones ambientales graves. Lo hicimos por todos, por las futuras generaciones y por nuestra dignidad”, recalcó Jay.
Y agregó que durante 600 días batallaron con un estilo de lucha, que puso en cuestión todos los estándares antes conocidos; basándose en la persistencia y en los valores de sus ancestros e implementando una pedagogía inspirada en el cristianismo auténtico: predicando con el ejemplo.
“Por eso jamás cedimos a las ofertas de carácter personal o político, no utilizamos el liderazgo para ventajas individuales y nunca aceptamos como objeto de negociación, algo que afectara nuestros principios ni los intereses de nuestro pueblo”, afirmó.
Vientos de cambio
Así mismo, Jay Stephens dijo que la consolidación de dicha victoria se habría propiciado, más rápido de lo esperado, con la visita del presidente Gustavo Petro el pasado 21 de agosto, y con el cambio en la línea de mando de la Armada; adicional al histórico fallo de la Corte Constitucional, emitido el 28 de octubre.
Ante la llegada de un Gobierno diferente en Colombia, los temas que se plantean en el mediano plazo, se van a consolidar y el acto simbólico que representó la visita de Petro al Campamento, ha generado muchas expectativas sobre un nuevo orden en el Archipiélago.
“Lo anterior, en todo caso, no quiere decir que las cosas hayan mejorado de inmediato; sin desconocer las buenas intenciones del nuevo mandatario y del equipo que lo rodea, la verdad es que las bases para que los resultados de nuestra lucha se dieran, se cimentaron antes; con un Gobierno enemigo de nuestra causa y que junto a la gerente para la reconstrucción (Susana Correa) hizo todo lo posible, junto al gobernador, el alcalde y la clase política de las islas, para debilitar al Campamento”, aseguró.
Aun así, en medio de muchas condiciones adversas –añadió–, los pescadores junto con la Diáspora Raizal, la Veeduría Cívica, AgroProvidencia, Raizal Youth y demás organizaciones aliadas, se mantuvieron firmes frente a los ataques que estaban recibiendo y fue la época en que más logros obtuvieron, según Jay.
Relevo generacional
De otro lado, el líder de esta protesta pacífica manifestó que poco a poco se hará una transición entre el Campamento por la Dignidad y una nueva plataforma donde lideresas y líderes jóvenes, asuman el relevo de lo que hasta el momento se ha gestado.
“El Campamento no se organizó únicamente para resolver la eventualidad de la estación de Guardacostas; también se hizo para encarar el momento tal vez más crítico de la historia de los raizales: cuando se violaron los derechos humanos, no solo nuestros sino también de los residentes legalmente establecidos en Providencia, durante el proceso de reconstrucción”, comentó.
Y manifestó también, que hay otros puntos que completan la plataforma de lucha, que se están desarrollando actualmente; y que aunque no dependen directamente del Campamento para su desarrollo total, si fue fundamental la protesta que se originó desde allí para ponerlos en el escenario departamental y llamar la atención desde otras esferas de opinión.
Como ejemplos de procesos que se adelantan en este momento, puso la iniciativa de una Reserva de Biosfera Seaflower transfronteriza; la realización de un tratado pesquero y comercial con los países vecinos; y la formulación de un modelo de unidad de los pueblos anglófonos, con la idea de reforzar la posición del Archipiélago en el Caribe; entre otros que se conocerán próximamente.
“Como se puede ver, la agenda de la Federación de Pescadores, tiene alcances de orden municipal, departamental, nacional, de la región Caribe y del mundo; porque las organizaciones no pueden limitar sus aspiraciones, al reducido ámbito de sus alcances.
Nuestra estrategia apenas inicia su implementación; una parte correspondió a nosotros desde el Campamento, que fue algo más que una carpa, más que una protesta pacífica.
La otra, corresponde a las nuevas generaciones y frente a ellos debemos ser generosos y democráticos, porque de aquí sale una nueva ‘camada’ de líderes y lideresas que están recibiendo la posta de relevo, y que quedan con el deber de continuar desarrollando esa estrategia que iniciamos juntos”, detalló.
Igualmente enfatizó, que lo que hizo la Federación de Pescadores en el Campamento fue implementar una nueva pedagogía frente al tema de liderazgo, sin que eso quiera decir que los líderes de dicha organización no estén en capacidad de liderar institucionalmente al Archipiélago.
Se trata de dar paso a una nueva “constelación de aliados del departamento, del país y del mundo” que les respaldaron, para que ellos emprendan –en sus palabras– un modelo de administración pública que sea limpio y honesto; para que se pueda superar la crisis de corrupción que estamos viviendo no solo en el país sino en el mundo.
¿Aspiraciones políticas personales?
Ante la pregunta de si pretende escalar alguna posición política en las islas o en el Gobierno Nacional, fue categórico en responder que no es esa su aspiración ni ahora ni a futuro.
“Algunos creen que me quiero enriquecer, ganarme un puesto burocrático, que estoy preparando una candidatura o que pretendo que el presidente Petro me nombre en una Embajada o en un cargo del orden nacional; pero no es así…
Eso sí, de varios ministerios me han llamado para pedir mi hoja de vida, incluso me ofrecieron un cargo concreto; y varias organizaciones, aliadas nuestras, me han propuesto empezar una candidatura a alguna de las dignidades que hay en el Departamento Archipiélago. Pero les adelanto que no he aceptado ni aceptaré ninguna de estas propuestas; no me voy a postular a ninguna elección, ni siquiera a las de Autoridad Raizal. ¡De eso doy mi palabra!”, aseveró.
Y adicionó que en la Federación han querido dejar muy claro, el mensaje de que no se pueden usar las ventajas mediáticas, políticas o sociales de una lucha tan legítima, limpia y transparente como la desarrollada en el Campamento por la Dignidad, para tratar de ganar beneficios personales.
Por el contrario –anticipó–, los líderes de la Federación estarán en sus actividades normales de pesca, ayudando eso sí, desde otro nivel, en el desarrollo de los temas de la agenda que hay pendientes.
“Vamos a seguir haciendo lo que sabemos hacer, que es pescar”, destacó
Conclusiones
Por último, Jay insistió en que no hay que ser parte del Gobierno para resolver los problemas de la gente; que se trata básicamente de sumarse con aliados para implementar modelos de desarrollo alternativos, autogestionados, que puedan solventar los intereses de una comunidad.
Para ello, puso como ejemplo el proceso cultural adelantado, en 2021, por la Feria Internacional del Libro de San Andrés (FilSAI) en Providencia.
“Lo que nosotros hemos hecho no es solo soñar despiertos, sino que hemos ido poniendo las piezas y nos hemos articulado con las personas que creemos tienen las condiciones, el arranque y la inspiración suficiente para hacer nuestros sueños realidad.
Queremos seguir atreviéndonos a soñar, a pensar cosas creativas para resolver nuestras problemáticas y, sobre todo, para superar ese modelo asistencialista, de quedarnos sentados en la miseria, con la mano extendida, esperando a que el Gobierno nacional nos arroje un mendrugo de pan a la mano. Llegamos como pescadores y nos vamos como pescadores… Los pueblos tenemos la capacidad de decidir por nosotros mismos nuestro futuro y a eso le seguiremos apostando”, concluyó.