A principios de este mes de octubre, y con una pausa necesaria a raíz del paso del huracán ‘Julia’ por San Andrés, se desarrolló el Festival Internacional de Teatro Ethnic Roots en su décimo segunda versión. Hablamos con su directora, Marilyn Biscaino.
Durante dos semanas, la narración oral, los títeres y las puestas en escena, invadieron varios espacios de la isla, con la participación de grupos nacionales e internacionales y el apoyo del Ministerio de Cultura de Colombia y Trash Busters, la empresa de Aseo de San Andrés.
Del 4 al 7 de octubre, se tuvieron diferentes espectáculos en el auditorio del colegio Bolivariano donde hubo muy buena acogida por parte de sus estudiantes y de otras instituciones educativas.
Allí también se adecuó la Sala de Lectura, para el montaje de un pabellón de títeres donde se ofrecían dos obras por día por cuenta de La Loca Compañía (Armenia) y otros dos grupos de Bolivia y de Venezuela.
“Igualmente, trabajamos el taller ‘El teatro como herramienta educativa’ con estudiantes de Primera Infancia del Instituto Nacional de Formación Técnica Profesional (Infotep) y también del SENA. Se trató de un espacio de formación a formadores donde se les explicó la historia de los títeres, cómo fabricar un muñeco con material reciclable, y cómo crear una historia y un personaje imaginario”, explicó Biscaino.
Posteriormente, y luego del paso del huracán ‘Julia’, el festival se reorganizó logísticamente hablando; inició una segunda etapa y se metió a los barrios de la isla, ahora con el apoyo de la Gobernación de San Andrés y del Fondo Mixto de Cultura del Quindío.
La gente conectada
“Ahí hicimos contacto con varias acciones comunales, lo que fue muy fructífero porque ellas mismas se organizaron y pudimos llevar obras de teatro a los niños y hacer posible que disfrutaran del maravilloso pabellón de títeres. Así llegamos al barrio Obrero, a Natania y al Centro de Desarrollo Infantil (CDI) de Santana, entre otros”, manifestó la directora del Festival.
Y añadió que la idea a mediano plazo es contribuir en el afianzamiento de la enseñanza del teatro en las diferentes instituciones educativas de la isla, aprovechando el ímpetu que el actual Ministerio de Cultura quiere dar a las artes escénicas.
“Yo sé que podremos dar los primeros pasos el próximo año, aquí en el Departamento Archipiélago, para la enseñanza del teatro como técnica; tengo entendido que se lanzó la propuesta ante el Ministerio de Educación para incluirla como un área artística en las aulas”, enfatizó Biscaino.
De igual forma, la gestora cultural destacó también la ‘Noche de cuentería’ en la que se resaltó esta práctica ancestral muy propia de las comunidades afro.
“Oímos las narraciones de los sanandresanos Lolia Pomare y Adel Cristopher; de Yolanda Hooker, desde Providencia; y de nuestro invitado palenque, Nair Núñez. En ese espacio ratificamos cómo, desde dos identidades diferentes, esta práctica partía de la base de nuestras abuelas, cuando ellas recreaban historias y nos las contaban cuando éramos niños. ¡Fue maravilloso!”, señaló.
Igualmente, habló de la franja académica correspondiente al foro ‘¿Hacia dónde va el teatro en el Archipiélago?’, realizado el 18 de octubre, y en el que también se rindió homenaje al director de arte dramático, Juan Carlos Moyano.
En cuanto a las actividades venideras, la también actriz de teatro, anticipó que en el mes de diciembre se hará un homenaje a Jorge García (QEPD), conocido en el ámbito artístico como ‘Papá Fumito’, uno de los primeros dramaturgos con quien Biscaino trabajó en las ‘tablas’ y con quien desarrolló las primeras muestras de zancos en la isla.
Y añadió que a finales del próximo mes arrancará una gira nacional y en Panamá, con su obra (de la Compañía Trasatlántico): ‘Freedom’.
El Pueblo Raizal presente
Para concluir, Biscaino agradeció al Pueblo Raizal que colaboró en la logística de manera voluntaria, a quienes acompañaron las actividades y a los grupos de teatro que atendieron el llamado de este año.
“Estoy muy agradecida y siento algo muy bonito porque de alguna manera considero que este año entregué el festival a mi comunidad. Nuestro balance es positivo aunque no logramos ese 100% que queremos dar a nuestro Archipiélago, dado que muchos aportes llegan sobre la marcha y casi siempre hay que reorganizar cosas para poder cumplir con lo que va llegando”, explicó.
Por último, confió en que a partir de 2023 se va dar un salto de calidad y organización: “nos vamos a reunir con las comunidades desde un principio para que ellas mismas lideren el proceso. Además, aspiro a que nuestro Festival Internacional de Teatro Ethnic Roots brille como un evento del Gran Caribe, entrelazando vínculos con otras latitudes”, concluyó.