‘Jóvenes por la Seaflower’ es una iniciativa de la ONG Help 2 Oceans en alianza con la Casa Editorial Welcome, en la que se exalta a quienes, desde sus fortalezas, se han destacado en el escenario de la conservación y preservación ambiental de San Andrés.
Según informó la fundación, gracias al apoyo de patrocinadores (que prefieren conservar el anonimato), se hace este reconocimiento a: Santiago Parra Tulandi, Derek Duran Jackson, Giffany Bent Mitchell y a Miguel Sánchez Villegas.
Santiago es estudiante de noveno grado del Colegio Luis Amigó, quien participó en la conferencia virtual organizada por la Fundación Natura ante la Red de Científicos de la Basura del Pacífico (ReCiBa Pacífico).
Dicha Red es un programa integrado por investigadores, escolares, profesores y colaboradores de los países de la costa Pacífica de América Latina, quienes aplican métodos científicos para estudiar el problema de los residuos sólidos en el océano.
Para este joven, “vivir en la Reserva de Biosfera Seaflower es algo mágico. Su gran cantidad de flora y fauna es impresionante, llena de colores vivos y aromas magníficos; es un lugar rodeado de vida en abundancia, y nosotros como habitantes de este territorio, somos afortunados”.
Por su parte, Derek, recibió el reconocimiento por su excelencia en el uso de las artes gráficas en pro del medio ambiente. Señaló que “siempre nos han enseñado a tener respeto y amor por el archipiélago, porque es importante para todo el mundo y que lo debemos cuidar; así como a la fauna y flora de tierra, aire y mar”.
Así mismo, Giffany, es una joven voluntaria que se destacó por su empeño y creatividad durante la pasada ‘reciclatón’ de la Cruz Roja. Manifiesta, que se siente motivada cada vez más a seguir ayudando al medio ambiente; y a alentar a la comunidad de las islas a hacer lo mismo, “porque es una experiencia maravillosa y ayuda a ser mejor persona, para la sociedad y para el planeta. Me enorgullezco de eso”.
Finalmente, Miguel es estudiante del Liceo de Caribe y por su participación durante más de siete años en jornadas de rehabilitación y restauración, tanto submarinas como de playas y costas, también se llevó un reconocimiento.
Para el adolescente, “ser ciudadano de la Reserva de Biosfera Seaflower significa un orgullo, debido a su belleza e importancia; condición que viene acompañado con el deber de protegerla y preservarla”.
Help 2 Oceans considera un motivo de confianza y satisfacción encontrar a jóvenes asumiendo compromisos y posiciones frente a temas ambientales, en particular en la Reserva de Biosfera Seaflower.
Desde este territorio insular, con pequeñas o grandes acciones tomadas desde temprana edad, se puede impactar de alguna manera la salud de los océanos y del Planeta.
“La entidad seguirá alentando a más jóvenes a manifestarse con buenas acciones, a expresarse desde la cotidianidad, las artes o el voluntariado en jornadas ambientales. Solo así se puede construir una ciudadanía respetuosa, que encara el futuro inmediato con mayor conciencia y responsabilidad”, concluyó la ONG.
