El Green Moon Festival 2021 contó con una interesante y robusta agenda presencial este año que comprendió actividades culturales, musicales, talleres infantiles ambientales y un entrañable encuentro entre los pueblos Raizal y Creole de origen centroamericano y del Caribe. Resumen de lo acontecido de cara a lo que viene para un 2022 más esperanzador. (Fotos: John Hudson y Laura Restrepo)
La programación académica se inició con el Taller Infantil y Juvenil de Escritura Creativa ‘Wan Anansy Stuori’ a cargo del poeta y escritor, Luis Mallarino Beleño y del académico –y especialista en lengua ‘creole’–, Sedney Suárez Gordon, en el Salón Comunitario de la parroquia Santa María Estrella del Mar.
Con rondas infantiles, videos y exploración sensitiva de la costa marina, los niños se sumergieron en un mar de conocimientos y significativos aprendizajes sobre su entorno y la importancia de la Reserva de Biosfera Seaflower para el Archipiélago.
“Este año, nuestro principal objetivo fue que los niños y jóvenes comprendieran la llamada ‘Gran Reserva Seaflower’; por lo tanto, nuestros talleres no solo estuvieron encaminados a desarrollar su creatividad, sino también a desarrollar su pensamiento crítico, a que sepan quiénes son realmente, de dónde vienen, por qué están aquí”, explicó Mallarino Beleño.
Rescatando la ancestralidad
Dentro de la franja infantil, se desarrolló adicionalmente un taller de ‘Hocks Boats’ (barquitos hechos de concha de coco), que se elaboraron una veintena de niños isleños con la participación especial del maestro raizal, a cargo de la organización Piknini Foundation.
De igual forma, se llevó a cabo, además, un Torneo de Dominó, bajo la coordinación del Club ‘Big boys’ y en los patios de la iglesia Bautista Central, como parte de la tradición ancestral y cotidiana de las islas.
Este encuentro contó con la participación de 20 competidores, distribuidos en 10 parejas, y los respectivos jurados quienes estuvieron pendientes del comportamiento y la transparencia de los partidos durante las rondas, dándole un aire de alta experiencia, categoría y buen nivel a la competencia.
“La edición 2021 de este tradicional evento, enmarcada en un contexto de reactivación económica por la emergencia sanitaria, trae nuevos retos en términos de bioseguridad que se reflejaron positivamente en la programación del evento”, dijo Heidy Taylor, directora ejecutiva del festival.
Abrazo al Gran Caribe
Por otra parte, la iniciativa ‘Gran Seaflower’ tuvo un protagonismo central en esta edición del Green Moon, para enaltecer a la Reserva de Biósfera Seaflower como pacto social del archipiélago; y perfilar su ampliación como un modelo de manejo solidario entre los países del Caribe Suroccidental y blindar así los ecosistemas de las discusiones limítrofes.
Por esta razón, San Andrés fue anfitrión de los representantes creole, María Teresa Williams, de la Asociación de Pescadores de Cahuita (Costa Rica); Kenly Velásquez, líder creole de los agricultores, en Pearl Lagoon (Nicaragua); Shawn Taylor, líder de colectivos de pescadores de Jamaica; y Raisa Banfield, activista ambientalista y afroantillana (Panamá).
Estos nativos centroamericanos, junto a miembros de la Autoridad Raizal de San Andrés y Providencia, realizaron encuentros culturales y académicos como testimonio de la diversidad que une a los raizales con sus hermanos y hermanas del Caribe.
De igual forma, y todo dentro de la programación del Festival, se realizó un histórico acto protagonizado por los mencionados representantes de los pueblos creole del Caribe Suroccidental, quienes, rodeados de las banderas de cada uno de sus países, elevaron la necesidad de un trabajo conjunto de la protección de los derechos tanto humanos como ambientales de los territorios de esta región: la gestión conjunta de la Gran Seaflower.
Todos destacaron la importancia de la mencionada iniciativa que apunta a una protección transfronteriza y solidaria de los recursos naturales marinos y costeros y la garantía de una vida sostenible de su pueblo y su cultura.
Run Down para el Pueblo Creole
También en el marco del Festival, se realizó en ‘Paradise Farm’ (del artista y agricultor raizal Job Saas), se dio una integración cultural entre los líderes centroamericanos y caribeños.
Naturaleza, música de la región y Run Down, como plato insigne de la integración caribeña, fue el marco para celebrar los lazos que unen a este gran pueblo que hoy buscan un norte en común para la protección de sus ecosistemas y su supervivencia.
“Tenemos muchas problemáticas en común, tales como las amenazas por el cambio climático y el despojo de tierras. El mar nos une y nuestros lazos culturales y ancestrales deben fortalecer esta alianza para la protección de nuestra vida y nuestros ecosistemas”, expresó la lideresa Banfield.
Por su parte Shawn Taylor, líder de asociaciones pesqueras de Jamaica y del comité del cambio climático de este país, tras la integración dijo sentirse en casa por toda la similitud cultural, lingüística, gastronómica y étnica. “Todo esto mantiene nuestras raíces fuertes y unidas, pese a las fronteras que nuestros países han interpuesto entre nosotros”, señaló.
Gestión de ecosistemas trasfronterizos
Avanzando en la franja académica, también se hizo la presentación del libro ‘Gestión conjunta de ecosistemas transfronterizos: análisis del caso particular de la Reserva de Biosfera Seaflower’, obra de la bióloga y abogada Juliana Hurtado Rassi.
En el mismo sentido, el músico e investigador, Ramón Morales Garro, presentó su documental ‘Calypsonians de hoy’, en el cual trabajó durante diez años, recuperando un material de archivo inédito; y entrevistando a los máximos exponentes de este género musical. Mientras que la Casa Editorial Welcome de San Andrés presentó su documental ‘Araise Seaflower’ sobre los 20 años de vida de la Reserva de Biosfera Seaflower y su proceso actual de resiliencia.
De igual modo, entregó un sentido show de cierre del Festival el 18 de septiembre en el centro cultural Lighthouse, junto a los sanandresanos de ‘Bohemian Roots’, interpretando algunas canciones de su autoría y otros temas tradicionales de Costa Rica y Nicaragua; en el mismo escenario cantaron otros destacados artistas de la casa.