Entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre, representantes de todos los continentes se reunirán en Glasgow (Reino Unido) para participar en la Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático número 26, más conocida como COP26.
De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), este evento representa una oportunidad única para acordar medidas más ambiciosas y radicales para enfrentar la crisis climática que tiene en riesgo a la naturaleza y a las personas.
¿Qué es la crisis climática?
Así se denomina la situación actual de emergencia causada por el alarmante ritmo en el que se ha ido calentando el planeta en las últimas décadas. Ya no se trata solamente del ‘cambio climático’, puesto que ya lo padecemos y por eso, buscan acelerar las acciones para evitar que el planeta siga calentándose, a causa, principalmente de actividades humanas.
El uso de combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón, la agricultura, la ganadería, y muchas otras actividades humanas –añade la WWF– emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero (GEI), como el dióxido de carbono y el metano, que llegan a la atmósfera y retienen el calor en la Tierra, causando un aumento anormal y peligroso de la temperatura mundial, al que se le ha dado el nombre de ‘calentamiento global’.
Hoy, el mundo es 1,1°C más caliente que en tiempos preindustriales y, según el más reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la máxima autoridad en el tema, el planeta es más caliente de lo que ha sido en los últimos 125 mil años.
Adicionalmente, la ciencia advierte que nos estamos acercando vertiginosamente a los límites de temperatura establecidos en el Acuerdo de París, el compromiso más emblemático que los países han asumido para enfrentar esta crisis.
Según el tratado, el mundo debe mantenerse por debajo de los 2°C de calentamiento y, en lo posible, de los 1.5°C, ya que la ciencia ha identificado estos rangos como los menos riesgosos para la vida en la Tierra.
¿Por qué es tan grave esto?
Entre más caliente esté el planeta, más cambiará el clima y especialmente más frecuentes e intensos serán los eventos climáticos extremos como los incendios forestales, los ciclones tropicales, las inundaciones y las sequías. Además, el cambio climático ha desencadenado procesos naturales inéditos, como el blanqueamiento coralino (en la foto superior), deshielo del Ártico y el aumento del nivel del mar.
Este fenómeno también está acelerando la desaparición de ecosistemas y especies que, a su vez, están amenazados por la deforestación, contaminación, la producción insostenible de alimentos, entre otros factores.
Dicha degradación natural tiene graves consecuencias en el equilibrio del planeta y en la vida de las personas, pues los ecosistemas nos garantizan desde el alimento y el agua hasta el oxígeno que respiramos.
Por eso, se estima que el cambio climático producirá grandes migraciones y causará inseguridad alimentaria en muchas poblaciones. Naciones Unidas (ONU), por ejemplo, calcula que para 2050 habrá entre 50 y 200 millones de personas desplazadas por cuenta de este fenómeno.
Más información en este link de la WWF.