Tsunami literario

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Era necesario que la sociedad isleña se decantara un poco para que surgiera una literatura propia; aunque la sociedad siga siempre en movimiento y la literatura también. Sin embargo el don de contar historias siempre ha sido inherente a las islas a través de las Anacys que se transmitían por tradición oral de generación en generación o de los relatos de viajes que traían  los hombres de mar.

Pero fue Lenito Robinson Bent quien en 1988 publicó el primer libro de cuentos, Sobre nupcias y ausencias, plagado de premoniciones, de mar, de lo sobrenatural y de una alta calidad literaria que editó la Fundación de Simón y Lola Guberek. Muchos intelectuales y críticos lo alabaron.

En los últimos años Hazel Robinson ha publicado por intermedio de la Universidad Nacional dos novelas que tienen como trasfondo la historia de las islas, en una edición delicada y exquisita. Esta por editarse una tercera. No Give Up, Maan! 2002, Sail Ahoy!!! ¡Vela a la vista! 2004 son dos de sus títulos.

Si bien ella modestamente no se reconoce como unos de los bastiones literarios, los críticos más afamados del país la han valorado como una mujer con una capacidad narrativa insuperable. Su coterránea, Lolya Pomare  se ha dedicado a la narrativa oral, labor que le ha merecido significativos premios nacionales y la publicación de su esfuerzo.

Otros escritores se enfrentan desde diferentes ángulos a la labor literaria y de recopilación del transcurrir sanandresano.

Una de ellas Lina Chow Wong,  de origen chino pero nacida en San Andrés en medio de una gran colonia oriental y diez hermanos de sangre. Lina publicó ¿Adónde ha ido lo que no volverá? (2008) en una edición de autor donde hay un recuento de fotos y narraciones de otra época isleña. Ella es además autora de relatos y versos publicados que han obtenido distinciones.

Con buen tino Renata ha venido fomentando la escritura en el archipiélago y ha publicado un bello libro producto de un taller de creación literaria en el 2009  titulado Cuentos y relatos a-islados con nueve y nuevas mujeres interesadas por las letras, entre ellas Annie Chapman y Carmelina Newball.

Otros isleños por auto adopción también se han sumado a la lista. En un inicio fue Fanny Buitrago con su novela Bahía Sonora, 1975 y Los pañamanes, 1979 y más tarde Claudine Bancelin, contagiada de una fiebre, escribió Entre ráfagas de viento, 2004, que tiene por escenario San Andrés. Incluso Juan Carlos Botero, quien en 1986 ganó el premio literario Juan Rulfo, publicó en el 2006 El arrecife, también inspirada en estos meridianos. El español Juan Campos ha hecho lo suyo con su obra Todo por un cigarrillo que publicó en el 2008 con Ediciones B. Aunque narra su vida, gran parte de ella transcurrió en la isla.

Hazel y Lenito nos sorprenderán dentro de muy poco con un proyecto nacional en gestación pero próximo a parirse.

El encuentro de escritores nacionales y feria del libro han sido otras iniciativas privadas en pos de la literatura. No sabemos que sucede en las aulas escolares.

Pero Welcome Online no quiere quedarse al margen de este tsunami literario. Si bien es cierto que hay un límite entre la literatura y el periodismo, en ciertas épocas esa frontera se ha ignorado y han surgido corrientes como el periodismo literario del que hicieron parte Norman Mailler, Tom Wolfe y Álvaro Cepeda Samudio como para no abrumarnos con muchos ejemplos.

Por ello y porque Welcome Online ha iniciado una nueva vida, a manera de infidencia cuento lo que he sabido, que el periódico virtual de San Andrés va a lanzar un concurso de crónicas y cuentos isleños que serán premiados y publicados con el fin de fomentar el trabajo de las letras pues las islas tienen mucho para contar.

El balón queda ahora en la cancha de Welcome.

 

Última actualización ( Martes, 06 de Abril de 2010 14:24 )