Paola Toro “Certificación de playas, beneficio para todos”

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PAOLA.TORO2La secretaria de Turismo Departamental, Paola Toro Piedrahita, se encuentra a la búsqueda de la certificación de la playa de Sprat Bight como ‘Bandera Azul’, un programa que impulsa en todo el país el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MinCIT). ¿Cómo va este proceso? Entrevista.

Establecer conductas públicas y privadas que ayuden a acercarse a ese propósito es una de las tareas que se han ido implementando –le explicó a EL ISLEÑO la servidora pública–, por ejemplo, con respecto al descontrol en la prestación de los servicios turísticos, que de no regularse, retardarían el nivel de competitividad que supone obtener la certificación. Respeto ambiental.

¿Cómo va el proceso para la certificación ‘Playa Azul’ del balneario Sprat Bight?

El proceso lo empezamos desde abajo, capacitando a todos los prestadores de servicios turísticos que están allí, clasificando a los que alquilan carpas, a los que hacen cangas, a los ‘cocteleros’, a todos los que están prestando un servicio turístico se les está capacitando desde el año pasado, porque ellos son la base para la pirámide de certificación de bandera azul.

¿Qué pasos se tienen que seguir para lograr la certificación?

Nos comprometimos con la construcción de baños que ya están próximos a terminar, una de las virtudes que tienen son las especificaciones de nuestra arquitectura típica isleña, creo que es importante que sea un atractivo en sí para los turistas, también con las torres de salvamento para brindarles seguridad.

¿Con cuántos baños y cuántas torres quedarían las playas de Sprat Bight?

En este momento son cuatro torres de salvamento, dos frente del hotel Casablanca y otras dos del hotel Bahía Sardina al Isleño Decameron, con las especificaciones técnicas para que Bandera Azul las apruebe porque no se podría hacer cualquier torre o una diferente a esta, además tendremos las rampas extendidas hasta la playa, con sillas de rueda anfibias para las personas con discapacidad, todo esto hace parte de los servicios que debe tener una playa certificada. 

¿Cuánto cuestan estas obras?

Los baños 420 millones de pesos y 400 millones de pesos las torres.

¿Quién va a atender la seguridad de esas playas?

La Defensa Civil.

¿Qué va pasar con el tema de los vertimientos de aguas residuales que hay en dos puntos súper importantes de esas playas, uno al extremo sur y otro por el antiguo Colegio Modelo Adventista?

Nosotros somos conscientes que hay un vertimiento de aguas y se tiene que hacer el estudio porque no puedo asegurar que efectivamente son aguas negras, yo tengo que hacer un estudio que me verifique cuáles son los contaminantes que tiene el agua.

Pero más allá de los resultados del estudio ¿Cuál es el camino que se debe seguir, en este aspecto, para obtener la certificación?

Se tiene que hacer una obra de infraestructura, desafortunadamente o no, el tema de ‘Bandera Azul’ es transversal, la Secretaría de Turismo tendría que trabajar con muchas secretarías, además de Proactiva, Coralina y todos tenemos que estar mirando hacia Bandera Azul pero a veces es complicado porque cada entidad tiene sus propias metas, aquí estaríamos hablando de una meta de la Secretaría de Turismo en la que otros tienen que intervenir para que esa meta se pueda cumplir.

¿Si no alcanzamos a certificarnos qué pasaría?

En cuanto a lo que le corresponde a la Secretaria de Turismo como tal, digamos que hemos metido el acelerador para que las obras de infraestructura que son las más demoradas se puedan cumplir así que en el hecho de que llegue el tiempo y no logremos certificarnos no es tiempo perdido, las otros personas que vengan detrás de nosotros, tienen que seguir trabajando para logar la certificación en Bandera Azul, no es un trabajo que se pierde.

Visualícenos la playa de Sprat Bight cuando ya esté certificada.

Va tener una playa perfectamente organizada, con el número estricto de carpas, con acceso para las personas en condición de discapacidad, con unos baños funcionales, limpios, que inviten a ser usados; y además con turistas satisfechos, locales y extranjeros.

¿Y los jet-ski, las embarcaciones que hay allí, las actividades subacuáticas, y  kite surf que se practica en la zona, cómo va quedar todo eso?

Es complicado, digamos que el desarrollo del sector turístico ha evolucionado en los últimos 20 años sin control y nosotros tenemos que implementar medidas, así que si no cuidamos y no ponemos las reglas del juego claras, si no nos respetamos entre los mismos prestadores, entonces ¿quién va llegar a San Andrés, con esta clase de servicio que estamos prestando?

¿Estos productos turísticos que han crecido sin planeación serán acompañados para su reubicación?

Mire lo que hicimos con el Acuario, estuvo cerrado tres semanas y no hubo una sola protesta, no hubo bloqueos en las calles, esto es un ejemplo claro que necesitamos que alguien se dé la pela, todo el mundo sabe que hay que poner reglas, que debemos regular las actividades.

¿En ese caso, ya han pensado en la socialización para la reubicación de los prestadores turísticos y empresas, por ejemplo, en el muelle turístico al lado de la Casa de la Cultura?

Todavía no tenemos una estrategia definida, la idea es reacomodarlos en el nuevo muelle, pero hay algo muy importante para aspirar a esa reubicación y es que tienen que tener toda la documentación al día, las lanchas deben estar registradas para el servicio comercial.

Por último ¿Por qué es tan importante la certificación de las playas?

Porque nos va dar un norte, todos vamos a saber que se puede hacer y que no se puede hacer, los servicios que se van a prestar van a ser de alta calidad y vamos a poder vender a San Andrés en el exterior con todas las garantías.

Última actualización ( Martes, 24 de Julio de 2018 10:25 )