Alza vuelo una esperanza…

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Este primero de septiembre entra en vigor la normatividad que cambia el hasta ahora ‘Aislamiento Preventivo Obligatorio’ por una nueva fase denominada de ‘Aislamiento Selectivo’, con la idea de monitorear diariamente los indicadores y el comportamiento de la pandemia mientas se avanza en la anhelada reapertura, eso sí, con alta mesura y extremo respeto por los protocolos establecidos y las dolorosas lecciones aprendidas.

Esta nueva etapa, enmarcada en el decreto 1168 de 2020, contempla la reanudación de las actividades turísticas –incluyendo la añorada reapertura de playas– utilizando, desde luego, todas las medidas de seguridad y protocolos planteados cuidadosamente por las autoridades marítimas y territoriales, que durante estos cinco meses y medio trabajaron en su diseño y socialización.

En este nuevo escenario habrá protocolos muy claros frente a temas como el transporte aéreo, que arrancará de acuerdo a la demanda de viajeros (residentes y turistas) que se irá manifestando, en muy buena parte, motivada por la oferta del mercado, con observancia especial en el bajo –o alto– índice de contagios de cada destino. En tal sentido, hay que decirlo, no son muy alentadoras las últimas cifras de San Andrés.

Las islas tienen a su favor una muy grata recordación entre los viajeros potenciales de acuerdo a una reciente encuesta efectuada por Anato, con una alta favorabilidad del 78 por ciento de los consultados. Sin embargo, en esta nueva fase del turismo -postpandemia serán más determinantes que nunca las experiencias y el efecto evocador que estas generen. En otras palabras, un ‘mal paso’ en tales circunstancias puede llegar a ser fatal.

Por esta razón, además del loable trabajo adelantado con los prestadores de servicios y operadores por las secretarías de Turismo, Interior y Salud, entre otras, será determinante la actitud responsable de todos y cada uno de los habitantes del archipiélago. Aquí se trata de que toda la cadena de recepción desde el aeropuerto hasta el sitio de alojamiento, pasando por todos los ámbitos intermedios, ofrezca un impecable servicio.

Y, claro está, en el caso de que un visitante tenga algún percance, en especial si está relacionado con su estado de salud, que sean activados todos los protocolos necesarios para contenerlo solidariamente blindando al mismo tiempo toda posibilidad de contagio. Esta es la realidad categórica y palpable de esta nueva era que arranca hoy… Más que un nuevo comienzo, un nuevo amanecer.

Última actualización ( Martes, 01 de Septiembre de 2020 10:36 )