Dos problemas: Metodología (II)

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OSWALDO.SANCHEZDecíamos ayer: cerrada la Escuela por el resto del año, lo primero que se debe aceptar es que la transmisión de la información (“enseñar” en el lenguaje escolar) ya no será grupal sino individual y de manera virtual especialmente. En esta situación, un par de problemas a resolver son: tecnologías y metodologías.

Habiendo abordado el primero, centrémonos en la metodología que debe desplegar el docente para distribuir la información académica en el área, materia o disciplina que le corresponda.

Importante no olvidar que la nueva realidad escolar impone un docente que interactúa con el estudiante a través de un puente tecnológico que en algunas regiones de nuestro país tiene muchos altibajos restándole eficacia a su labor. Lo bueno es que este tipo de formación desarrolla en los estudiantes las habilidades que importan en el siglo XXI, como son la creatividad, el pensamiento crítico, la resolución de conflicto y la comunicación.

Esta realidad no es el fin del concepto ‘profesor’; lo que hay es un cambio de roles. Es la hora de ser maestro, guía o-coach, de modo que los estudiantes alcancen las competencias y habilidades que requieren. Por eso Santiago Pinzón, vicepresidente de transformación digital de la ANDI, afirma que “El trabajo en los colegios es vital para preparar a los jóvenes con las habilidades que sean pertinentes. Los beneficios personales repercutirán en una mejor sociedad”.

Integrar las TICs en la Educación no se reduce a dotar la IE de tabletas y conexiones a Internet; es menester que el docente incorpore la tecnología a la metodología; pero cuando este docente lleva toda una vida enseñando de la misma manera, sin usar las TICs, a las que siente como una amenaza incapaz de utilizarlas en su propio beneficio, se cierra a la innovación impidiendo a sus estudiantes acceder a ellas. De ahí que este docente debería tener el acompañamiento de tutores preparados para guiar el proceso de aprendizaje y lograr un seguimiento personalizado de cada estudiante, teniendo en cuenta sus particularidades personales y contextuales. Algo de eso se sabía en este Departamento gracias a la Implementación de la Estrategia Pedagógica ‘Entrenamiento Metodológico Conjunto’, convenio MEN Colombia – MEN Cuba, y que se esfumó con más pena que gloria.

Es claro que en esta pandemia la Educación debe adecuar sus currículos al formato virtual, poniendo a prueba la preparación técnica y talento humano del docente, lo que seguramente ha sido complicado en nuestro Departamento donde 207 docentes (51,36%) supera los 50 años: con toda una vida de experiencia sin aplicar las TICs en el aula, muy difícilmente se podrán acomodar a las nuevas realidades.

No sabemos que ha hecho la Secretaría de Educación al respecto, pero si hay la voluntad de los jefes y la colaboración real del docente, estos seis meses de silenciadas las aulas sumados a los que restan de este año, es tiempo suficiente para preparar a 400 docentes en las metodologías de la Educación virtual, así como el Ministerio de Salud pudo preparar en menos de cuatro meses 45.000 profesionales en el manejo de esta pandemia que no estaba en la agenda de nadie.

Un modelo a tomar pudiera ser el que se conoce como phenomenon learning, y que es aplicado en Finlandia exitosamente, en el cual se trabaja por proyectos temáticos, permitiendo que los estudiantes se apropien del proceso de aprendizaje. Una verdadera apuesta para las Competencias del siglo XXI.

Si aquí autoridades, docentes y comunidad educativa tomaran con seriedad la Educación hoy deberíamos estar gozando las mieles de la bonanza educativa, pues este phenomenon learning está reglamentado en el artículo 34 del Decreto 1860 de 1994: “Las áreas pueden concursarse por asignaturas y proyectos pedagógicos en períodos lectivos anuales, semestrales o trimestrales. Estas se distribuirán en uno o varios grados”.

Es claro que el modelo escolar de uniformidad, repetición y memorización utilizado en nuestro medio debe dar paso a otro que se base en las capacidades, posibilidades, pulsiones, intereses, necesidades y deseos de cada niño. Y este cambio no se da de la noche a la mañana, menos si el docente no está habituado a la renovación y a los desafíos ni haya quién lo acompañe en el proceso.

La Secretaría de Educación hoy debería contar con el Plan de Formación Docente para este Nuevo Comienzo, el cual permitirá allanar falencias. Allí han de estar priorizadas las necesidades de formación de docentes y directivos docentes del departamento, y la preparación y acompañamiento en la educación virtual, en primera línea.

No guardamos muchas esperanzas, pues, si no se pudo en 26 años, qué va a poderse en los tres meses que restan para dar cristiana sepultura a este pandémico y bisiesto año 2020.

Por favor, el último que salga apague.

Última actualización ( Sábado, 05 de Septiembre de 2020 08:18 )