Celebraciones que asustan

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Es tanta su furia contra Álvaro Uribe Vélez, que aun lloran a moco tendido los nuevos perfiles de la revista Cambio, en donde habían conseguido atornillar toda una gavilla que vuida del poder, destilaba un periodismo odioso y de persecución contra el primer mandatario.

Y qué decir de las dos cadenas principales, hablo de CARACOL y RCN empecinadas en presentar solo lo que la elite bogotana quiere escuchar. Ha sido un periodismo irrespetuoso en contra del pueblo de Colombia, relegando al 80% de los colombianos a escuchar lo que un 20% quiere oír.

Que Uribe es un corrupto, que ha llevado al país a un despeñadero de tamaño tan colosal, que lo único conveniente sería  fusilarlo o llevarlo a cadena perpetua. Se muere uno de viejo esperando que los líderes uribistas intervengan en las emisiones de noticias. Por cada uno de ellos a entrevistan por lo menos 20 de la oposición.

La participación periodística de algunos ha sido maquiavélica y a la vez vergonzosa para la historia de la Prensa en Colombia, nunca antes nadie había jugado con la objetividad periodística como estos señores. Lo más triste de todo es que el venerable Juan Gossain, para estar a la moda, término haciendo casi lo mismo. Repito: casi lo mismo.

¿Quiénes están celebrando? la elite de periodistas bogotanos que creen que la provincia no existe y que no hay gente agradecida en los Montes de María, en Sucre; en la carretera que de Barranquilla conduce a Valledupar; los que viajan de Bogotá a Villavicencio, que firmaron por la reelección. O el caso especifico de San Andrés, donde celebramos por los escenarios deportivos y el hospital que tenemos, gracias en buena parte al Presidente y no por la caída del referendo.

A todo colombiano decente debe darle vergüenza celebrar ante sus hijos, a sabiendas que en cualquier lugar de la selva colombiana champaña en mano también están celebrando Alfonso Cano y el Mono Jojoy. El hijo le preguntaría a uno ¿acaso son tus compadres papá?

Celebran las ONG patrocinadoras de la subversión; celebra Piedad Cordoba con su compadre Hugo Chaves; celebra Daniel Ortega siempre listo para tratar de invadir el Archipiélago; celebran los padres de las pescas milagrosas; se abrazan y se dicen “¡compa, por fin ganamos una!”.

Festeja Petro candidato a la presidencia orgulloso de haber sido uno de los organizadores de la toma sangrienta del Palacio de Justicia; celebra el Presidente Correa el de la mirada rabiosa por la muerte de Raúl Reyes; celebra Evo Morales ese al que todavía nadie le ha dicho que América fue descubierta en 1.492 y esto lo digo porque el todavía está esperando que Pizarro o Cortez invadan a Bolivia,

Celebran Andrés Pastrana y Ernesto Samper el uno página en blanco y el otro página oscura en la historia de los presidentes de Colombia. Aplauden Coronel y María Jimena Duzán, Claudia López y Daniel Samper convertidos ahora en maestros de la imparcialidad periodística, acomodada y dañina para los intereses futuros de quienes pretendan decirle la verdad al país.

Parece increíble que esa misma prensa que finge ser la campeona de la imparcialidad, ya esté celebrando la aparente muerte para ellos del uribismo, sin haber sopesado la opinión pública. Es la misma prensa pequeño burguesa en estado de descomposición que seguramente se atreverá a pedir la encarcelación incluso de quienes firmaron por una Reelección del Presidente Uribe.

Son los mismos áulicos que celebran con los verdugos del Pueblo la caída del referendo y por eso aplaudieron a unísono con ellos la decisión de la Corte Constitucional que todos los verdaderamente uribistas acatamos, porque respetamos el Estado de Derecho que ellos deslegitiman con tanta imprudencia periodística.

Se va el mejor Presidente para las islas en la historia Político-Administrativa del país de la mano con el ente territorial de turno. Sus obras hablarán por él. Y así como en las islas, hay muchas partes del territorio nacional agradecidas con el Presidente.

De manera que se vuelve chocante, que la elite bogotana entronizada en la política y en los medios de comunicación, crean que todo el país está celebrando con ellos. Cuan equivocados están, no tienen ni idea, como la otra Colombia los está repudiando y pidiendo a voz en cuello que no crean, es más, que ni lo piensen, que son voceros del pueblo colombiano.

Las elecciones por venir para congreso y para presidencia en buena parte, serán un resarcimiento uribista y un tapaboca para tanto irrespeto con la mayoría de los que escuchan y leen. Que así sea: el pueblo uribista tiene la última palabra.

 

Última actualización ( Martes, 02 de Marzo de 2010 11:48 )