Están proliferando una serie de basureros en los que predominan desechos de la llamada ‘línea blanca’ (neveras, estufas, aires), además de colchones viejos, muebles y todo tipo de enramadas.
Lo llamativo y preocupante es que dichos sumideros se encuentran, por ejemplo, en la entrada de emergencia del Aeropuerto Internacional o a escasos metros de reconocidos supermercados.
Si se sabe que la empresa de aseo domiciliario y comercial no recoge ese tipo de residuos, la pregunta es: ¿por qué los propietarios de dichos desechos los botan en la vía pública sin el más mínimo sentido de pertenencia con la ciudad y el entorno en que viven?
¿Tan mal estamos?