El texto completo de la comunicación es el siguiente:
Providencia isla, septiembre 20 de 2010
Señores
EL ISLEÑO.COM
Atención: Eduardo Lunazzi
Director
Estimado Eduardo:
Saludamos y vemos con muy buenos ojos que medios de comunicación, como el que usted dirige, abran debates como el que se ha suscitado a propósito del proyecto que se adelanta en el sector de Camp, específicamente sobre la alameda que se está construyendo entre la carretera principal y la playa de Almond Bay en la isla de Providencia. Lo que si no vemos con buenos ojos es que ese debate se abra con una total ignorancia por parte de su columnista o escritor sobre el tema.
También estamos de acuerdo con usted en que lo más importante es el qué de lo que se trata y no el quién lo escribió, por eso nos parece muy raro que si están preocupados por el qué no se hayan documentado antes de entrar a escribir y dar por sentadas situaciones que no se han dado, por ejemplo, no sabemos cómo su columnista sabe con tanta precisión que René Rebetez, q.e.p.d, se está revolcando en su tumba por la construcción del camino. Parecería que las fuentes de información que utilizaron vienen del más allá y no del más acá.
Si en algún momento nos preocupamos por el quién fue precisamente para contarle lo que no sabe del qué, que a continuación le vamos a decir.
Este proyecto hace parte de la adecuación de la infraestructura turística de las islas de Providencia y Santa Catalina y se formuló en el marco de los indicadores de competitividad. Las consideraciones que se tuvieron en cuenta son de todo orden.
La primera de ellas tuvo que ver con la habilitación de una de las playas màs bellas de la isla para que fuese utilizada por propios y extraños. Usted que conoce estas tierras desde hace tantos años sabe lo difícil que era el acceso a Almond Bay tanto en invierno como el verano, de hecho esa dificultad empezó a generar problemas de seguridad en el sector. Su carácter de clandestinidad en las noches convirtió esa playa en escenario de diversos hechos de desorden público.
Otra consideración que se tuvo en cuenta fue la comunidad de Camp en el sentido de lograr el empoderamiento de ese lugar como un bien turístico de la zona y en las condiciones en las que se encontraba no era apto para incluirlo dentro del portafolio de lugares a visitar en la isla de Providencia.
En consecuencia, se formuló un proyecto que originalmente contemplaba no sólo la construcción de la alameda sino de un kiosco, sin embargo, el estudio ambiental nos indicó que para no generar un gran impacto en la playa no se debía construir el kiosco, por ello, hoy se esta construyendo una alameda, no en cemento y con escasos 2 metros de ancho, sino en adoquín, igual al de la alameda de Santa Catalina, con sus respectivas lámparas a lo largo de sus 305 metros, que termina justo en donde se inicia la playa. Abajo, en el área de pastos, se van a modernizar las bancas que ya existían y se van a colocar las canecas necesarias para mantener la playa limpia.
El proyecto original era de 351 metros, pero precisamente por las consideraciones ambientales se disminuyó a 305 metros.
Una vez reconstraestudiado el proyecto y consultado con todas las instancias, incluyendo Coralina, se llamó a la comunidad de Camp y al gremio hotelero y turístico y se socializó, como se ha hecho con todas las obras hasta ahora realizadas en las islas y nadie se opuso al mismo, por el contrario, se recibió muy bien. Imaginamos que a esas reuniones, que no fue una sola, sino varias, sus reporteros, columnistas o escritores no asistieron.
Todo este debate, que tomó un rumbo no deseado por nosotros, de continuar, se debe dar sobre bases reales, por ello quisiéramos invitar a su escritor, redactor o columnista a que conociera de cerca los pormenores del proyecto, a que lo visitara, a que hablara con los responsables y con los directamente beneficiados por él.
Usted pensará que nos seguimos preocupando por el quién, la verdad es que se ha generado un teléfono roto, aquí en la isla, que ha señalado personas que se han visto perjudicadas sin que nosotros tuviésemos tal intención. Si su escritor, redactor o columnista es responsable de lo publicado, si quisiéramos entregarle la misma información, corregida y ampliada, que le hemos dado a usted.
Esperamos que se dé por bien informado y entienda que una de las bases fundamentales para respetar el derecho a la información que todos tenemos, es el de consultar las fuentes y obtener toda la información necesaria, precisamente para no incurrir en el gravísimo error de publicar sin tener la suficiente documentación.
La libertad de prensa se basa en la responsabilidad de la verdad.
Atentamente,
MARCOS ROBINSON NEWBALL
Secretario de Turismo
Providencia y Santa Catalina islas
