Eva Perón es un personaje que me parece muy interesante, a ella no solo me vincula ahora Buenos Aires -a donde resido desde comienzos de este año-, sino que como una eufénica coincidencia, murió 25 años antes que yo naciera, justo el mismo día y la hora… Curioso.
Evita tuvo el primer D.N.I (Documento Nacional de Identificación) de una mujer en Argentina y con la burocracia que hay ahora, es probable que yo tenga el último. Pero además, la mujer lucho porque el voto llegara a las mujeres. Solo con eso, ya me cae bien.
Este icono, que está entre el mito y la leyenda, que justifica partidos y alianzas, cuyo retrato cuelga en las salas de las casas de los ancianos que la vivieron, como el de una santa, o de un familiar cuya muerte es siempre motivo de tristeza, vista con ojos de trópico es muy sugestivo, primeramente porque no le encuentro un símil en mi país, intento buscar en mi memoria histórica una mujer que conmoviera así a los colombianos, y la verdad…no.
Esta la ‘Poli’, pero bueno, eran tiempos de heroínas y héroes de leyenda, y si piensa usted en Manuelita Sáez, le recuerdo que la mujer era ecuatoriana, así que descártela. Nuestras señoras son también maravillosas. ¿Qué ha pasado entonces? ¿Cuál es el ingrediente secreto para fundir un molde de un líder con voz de mujer?
La historia de Evita es maravillosa, nacida bastarda en los Toldos, provincia de Buenos Aires, su vida pública empieza solo cuando se hace actriz, rivalizando con la entonces lozana Libertad Lamarque, se vuelve realmente transcendente cuando conoce a Juan Domingo Perón en el estadio Luna Park y este -algo mayor que ella- la desposa luego de un romance tórrido juzgado por sus amigos de las fuerzas armadas como inapropiado.
Para llevar a cabo la boda, corrige su acta de nacimiento, volviéndola hija legítima y dándole un regalo que no todos los hombres pueden hacer… le quito dos añitos…eso es amor!
Las sombras de la muerte
Eva Perón entiende a las masas y el drama que viven, lo ha vivido ella misma, pero al mismo tiempo está ahí para crearles una ilusión, para ser la hermana, la hija, que sonreída por la buena fortuna se hace a un esposo al que veía como la panacea de los males de su gran familia, y que la saca del mundo banal, para convertirla en una princesa benevolente que atada en un corsé de yeso y alambre, con una dosis extra de Morfina, avanza en cadillac despidiéndose de sus súbditos antes de morir.
Su muerte, y los hechos que le siguieron plantaron semillas de leyenda a cada paso. Embalsamada por Pedro Ara, un anatomista español famoso que la aguardó vigilante como un cuervo a que muriera, y luego hizo de sus restos la mas tanatológica obra de arte posible, cada que alguien se hacía a su cuerpo, la maldición lo rodeaba.
El capitán Galarza quedó desfigurado cuando con el coche que transportaba a Eva volcó. Murieron dos soldados y él sufrió un corte en la cara de 33 puntos (uno por cada año de Eva). Arancibia terminó en la prisión de Magdalena por haber matado a su mujer embarazada al confundirla con un ladrón cuando escondía a Eva en un altillo del barrio de Saavedra. El coronel Moori Koenig que amaba e injuriaba el cuerpo fue primero confinado en el Golfo San Jorge, luego fue internado varias veces con delirum tremens y por coma alcohólico.
Esta mujer encarnó, y encarna la lucha idealista, hoy particularmente alejada de los motores que la movilizaron, con muchos menos pegasos y más pingüinos arreando su carro alado. Está trasnochada por las voces que la gritan y que la usan para cualquier tipo de causas.
Hoy ya no habrán más alumnos del primer grado de escuela primaria aprendiendo a leer con frases como "Evita me mima". Ella, que es/fue en todas formas como Argentina… porque nació morocha (de pelo negro) y finge ser rubia… Nació ilegitima, y luego se hizo legal; promulgó el socialismo; la caridad para los pobres y lo hizo maravillosamente vestida por Chanel.
Es para siempre un icono. Junto a Gardel y a Maradona, forman la santísima trinidad bonaerense que no debería ser debatida.
Edna Rueda Abrahams