Son las cinco de la mañana y ha estado lloviendo toda la noche, Yo suelo levantarme desde las cuatro, especialmente si Simón no está y a esa hora le paso revista a la guardia de acompañamiento y hasta pregunto por las cosas íntimas de mi marido.
Los venezolanos especialmente le cubren la espalda, saben de todos sus amoríos pero son sus cómplices, pero a pesar de todo, soy la única persona de la que no desconfían, andan viendo conjuras por todas partes, pero para desgracia de los colombianos casi siempre tienen razón, me toca pedirles hasta respeto por el General Santander a quien nunca llaman por su nombre sino por el de Casandro, sobrenombre puesto por el General Maza, hombre valiente pero mamador de gallo.
Documento periodístico entre la realidad y la ficción
(Guayaquil, 6 junio de 2010)
Maza a dicho a espaldas de Simón que el sobrenombre no lo puso él sino el Libertador y yo le creo, por favor esto último que no lo sepa mi marido, porque es capaz de inventarme un romance con Francisco de Paula.
Simón llegó anoche de Quito y pasó tosiendo toda la noche, no me gusta su gripa, pero insiste en viajar a Lima para sofocar algunos ánimos allí contra el general Sucre. Sucede que algunos jóvenes más por celos que por vainas de la Patria, le andan cargando envidia al héroe de Pichincha y de Ayacucho, parece que la pelada más linda de Lima y de todo Perú esta ennoviada con Antonio José.
Esta carta la he escrito por partes, por ejemplo ahora son las seis y Don Simón quiere que yo personalmente le lleve un pocillo de Limonaria con Leche, siempre dice que su fortaleza física se la debe a esta combinación, receta de su negra Hipólita, Mamá Hipólita, como dice él en los días hermosos de su niñez en la Hacienda de San Mateo, el paraíso donde murió Ricaurte en átomos volando.
Presidente Uribe se que va para San Andrés en los próximos días, entonces permítame decirle que Simón le manda a decir que está eternamente agradecido por su obra en el Archipiélago, que no tiene como pagarle, y que esperó, durante muchos años la llegada a la Presidencia de Colombia de un hombre como usted, capaz de ayudarle a cumplir su sueño de prosperidad Latinoamericana y me dice que le diga que en Lima hará un Consejo Comunal, para escuchar a sus gobernados y plantearles soluciones, tomando como ejemplo su Seguridad Democrática y la confianza inversionista que necesitan los europeos y otros pueblos del mundo, para poder lograr una economía que nos ayude a combatir la falta de esperanza, que según Simón es la enfermedad más terrible que estos pueblos mestizos puedan tener.
Presidente Uribe, algo que quiero pedirle encarecidamente, es mirar la forma de ayudarnos a arreglar las relaciones entre Simón y el Comodoro Aury. Creo que el Señor Agustín Codazzi ha podido hacer más pero no ha querido, háblese incluso con Petion que Simón le escucha mucho a él. Le recomiendo de igual manera, hablar con una amiga que tengo en Providencia de nombre Virginia Archbold, mujer prodiga en conocimientos y generosa en la palabra y en la reconciliación, ella también puede ayudar, al igual que Juan Ramírez o el espíritu de su bisabuelo Jadrich Declair (e), que aun ronda por la Isla de Providencia montado a caballo Blanco como el palomo de Simón. Juan aun me debe unos versos y unos chocolates jamaiquinos, desde los días del Chimborazo y del insomnio libertario.
Presidente, al Libertador le hubiese gustado acompañarte en esta rendición de cuentas, pero compromisos ineludibles en Lima y en Caracas se lo impiden, especialmente en esta última, en donde un seguidor del Presidente Hugo Chávez está dispuesto a acabar con La Gran Colombia. Hay onda tristeza en el corazón de Simón por lo que está pasando con el General Páez, nuestro siempre querido León de Apures.
Volviendo a las islas, la contentura del Libertador es única, agradece por los Juegos Nacionales y toda la infraestructura que dejaron, por el Hospital Amor de Patria, por el cable Submarino los Contac-Center y por todas las otras obras que hoy lo ponen como el Presidente que más ha querido el Archipiélago. Esta contento con lo de Providencia y con todo lo que usted deja de bueno caminando para las dos islas, que le diga al próximo Presidente Santos que haga algo fuera de serie por Santa Catalina.
Por último aprovecho su presencia en el Archipiélago para reiterarle de igual forma otra de las contenturas del Libertador, la llegada a la gobernación de un hombre como Pedro Gallardo, un hombre todo corazón para el bienestar de su tierra.
Hasta pronto, porque Simón esta tosiendo y tengo que atenderlo, el General Mantilla también está preocupado y no vaya a ser que Gabriel García Márquez se le dé por escribir un libro, en donde no se le salven ni los vientos malos de mi Marido.
PD: A Mauricio, que la Voz de las Islas es un patrimonio de las islas, como el Rondon o el Johnny Cay y la gente tiene todo el derecho de defenderla y así será….Y a Gabriel que siga allí donde Dios lo ha puesto.