El pueblo raizal de las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina constituye una nación que nace como resultado de los acontecimientos históricos que sucedieron en el Caribe del siglo 17, 18 y 19. Constituye una especie de síntesis de las múltiples culturas que intervinieron en el proceso poblacional de las islas durante el lapso de tiempo señalado.
En ese sentido, Ingleses, africanos, franceses, chinos, judíos, norteamericanos y criollos oriundos de las colonias británicas y francesas en el Caribe, llegaron a Providencia y San Andrés fusionándose en una única expresión cultural cuyos rasgos generales se podrían abreviar de la siguiente manera:
- Angloparlantes
- Grandes navegantes y comerciantes
- Asiduos creyentes cristianos
- Negros, mulatos, blancos, judíos, chinos
Descendientes de colonos, piratas y migrantes asiáticos.
- En definitiva, una sociedad de arraigadas costumbres conservadoras
En cuanto al aspecto religioso, pese a que había judíos y orientales, el credo predominante fue el cristianismo expresado a través del culto protestante, cuyos principales exponentes fueron los Bautistas y los adventistas.
La religión católica se introdujo en las islas mediante sacerdotes franciscanos irlandeses en el mismo periodo referido, conviviendo en armonía con las otras corrientes cristianas, ya que existía una misma plataforma cultural y lingüística que garantizaba la concordia y buen trato entre los fieles. La iglesia se constituyó en el pilar fundamental de la idiosincrasia raizal, toda vez que le aportó el conjunto de valores que habría de orientar a la sociedad isleña.
Los católicos capuchinos españoles, remplazaron luego a los irlandeses para predicar la religión católica, pero en el idioma español. A manera de análisis, una primera reflexión nos podría indicar que los roces religiosos que comenzaron a verse en el Archipiélago, no fueron por motivos de creencia como tal, sino por razones estrictamente culturales. Sin embargo, para el presente esas diferencias se han superado y los pobladores actuales manifiestan pacíficamente sus inclinaciones religiosas.
Actualmente, el marco religioso isleño incluye varios credos en donde sobresalen otras corrientes cristianas profesadas en el idioma español, a quienes se les denomina “iglesias hispanas” o simplemente “cristianos”. Adicional a ellos, aparecen en el escenario los practicantes del Islam y el Judaísmo, acompañados por un pequeño grupo de simpatizantes de la filosofía del rastafarismo jamaiquino.
El Islam y la segunda migración de judíos llegan a la isla de San Andrés a principios de la década de 1950 con motivo de la apertura del puerto libre. A diferencia de los primeros judíos, los musulmanes y el segundo grupo de judíos optaron en principio por no integrarse con la población raizal ni continental, manteniendo sus costumbres y tradiciones, pero conviviendo pacíficamente con las otras religiones. No obstante hoy en día ya forman parte de una sola comunidad con los raizales. En la actualidad existe una mezquita donde se congregan los musulmanes. La comunidad judía no cuentan todavía con una sinagoga.
El rastafarismo llega de Jamaica en la década del 70 a través de la música reggae, siendo su principal exponente el cantautor jamaiquino, Bob Marley. Es vista por la comunidad conservadora isleña como sinónimo de consumo de alucinógenos, debido a que tuvo acogida principalmente entre los hombres que consumían marihuana y se hacían llamar “rastas”, distinguiéndose por su larga cabellera y vestimenta estilo hippie. No obstante, esta corriente filosófica encierra profundas reflexiones que reivindican al hombre negro, toda vez que éste descubre que muchos de los grandes héroes de la Biblia provenían de África y, por ende, probablemente muchos de estos habrían sido negros.
En sus raíces el rastafarismo es básicamente de orientación judía fundamentándose en las doctrinas del antiguo testamento, rindiendo culto exclusivamente a Dios, a quienes llaman ‘Jah’ o ‘Jah-Jah’. Para ellos el último profeta de Jah fue el heredero de la monarquía etíope Haile Selasie, quien se coronó como el Rey (ras) Tafari. Precisamente, el rastafarismo obtiene su nombre del monarca ‘ras-tafari’ y sus seguidores son conocidos como los Rastas. No obstante lo anterior, el rastafarismo no tiene una influencia importante en las islas. No pasa de ser un estilo de vida de algunas personas.
De acuerdo con lo anteriormente dicho, a pesar de ser una población pequeña, el Archipiélago alberga un amplio abanico de creencias religiosas cuyos fieles han aprendido a convivir en paz. Desde tiempos atrás pastores bautistas y adventistas junto con los sacerdotes católicos han manifestado entre sí un trato bastante fraternal y cordial.
Actualmente, el credo bautista sigue siendo el que profesa la mayoría de los nativos raizales, seguido por la religión adventista y católica. Las tendencias “hispanas” congregan preferiblemente a los habitantes hispanoparlantes, por aquello del idioma. Para terminar, cabe resaltar que hoy en día se realizan frecuentemente cadenas de oraciones con la presencia de todas las religiones en las Islas.
William Bush Howard