El pasado 15 de agosto fue reinaugurada la Estación de Clasificación y Aprovechamiento (ECA): una planta de reciclaje_que maneja la empresa Schooner Bight Ethnic Association (SBEA), que resultó afectada hace más de un año a causa de un incendio.
Con la presencia de delegados de las empresas aliadas de este proyecto de economía circular: la aerolínea Latam, Tetra Pak, Ekored y ENCA, así como de colaboradores y amigos, esta compañía celebró con un sentido acto la reapertura de sus puertas.
Dicha planta funciona nuevamente en el llamado ‘Punto Verde’ (zona industrial de San Andrés), para seguir ejecutando labores de separación y compactación de desechos; y también para adelantar acciones de sensibilización en comunidad, relacionada con la importancia de una correcta disposición de los residuos.
Apoyo privado fue fundamental
En diálogo con Relis Arigan Forbes (reconocido en el medio musical como ‘Zambo’), director de operaciones de SBEA, recordó aquella triste fecha del 19 de mayo de 2024 cuando las llamas consumieron la sede. Sobre el proceso para recuperar el espacio, comentó que fue producto de una gestión larga, acompañada de sus aliados privados.
“Tenemos unos aliados muy importantes, todo el apoyo vino por ahí: de Latam, que es uno de los principales, y también de Ekored, ENCA y Tetra Pak. Que hoy tengamos nuevamente sede es gracias a ellos y al trabajo que hicimos conjuntamente, desde estudios previos hasta la gestión de recursos”, explicó.
Escaso apoyo oficial
El también líder social y comunitario lamentó la poca ayuda que recibieron del Gobierno Departamental, a pesar de que son una empresa privada con responsabilidad pública, según lo dictado por la Ley 142 de 1994 (también conocida como la ley de Servicios Públicos).
Según explicó, SBEA es una asociación de recicladores legalmente constituida para prestar un servicio público complementario al del aseo, que responde ante la Superintendencia de Servicios Públicos, la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA) y ante el Ministerio de Medio Ambiente.
“Por eso, hay toda una obligación pública de la que debería apersonarse mucho el ente territorial dado que ya es una obligación, ya está estipulado por ley que todos los departamentos tienen que tener procesos de reciclaje como el que nosotros hacemos”, detalló Arigan Forbes.
Nuevas energías
En todo caso, ya con la ECA nuevamente abierta gracias al empeño de sus directivas y al valioso aporte de sus amigos privados, la Asociación se prepara para reiniciar sus actividades en propiedad.
La primera, aprovechar los residuos sólidos recolectados mientras estaba cerrada la planta, para reiniciar la compactación de los mismos.
“En segundo lugar, estamos retomando las acciones de sensibilización en los barrios donde hacemos el proceso de recolección. Ya comenzamos con el barrio Obrero, que es el más cercano que tenemos aquí en la empresa, y cuando este ya esté haciendo la actividad de separación como debe ser, nos pasamos a otro; y así sucesivamente”, explicó el director de operaciones.
Adicionalmente, ‘Zambo’ dijo que retomarán la conexión con los recicladores de la isla que no están formalizados, cuyas conversaciones ya se habían iniciado poco antes de que ocurriera el incendio.
“Lastimosamente pasó lo que pasó y por eso ahora vamos a comenzar otra vez ese ejercicio con ellos, para identificar cuáles siguen haciendo el proceso de reciclaje y quiénes quieren empezar a hacerlo dentro del marco de la legalidad, pudiendo tener beneficios como servicio de salud y una afiliación a una aseguradora de riesgos, por ejemplo”, recalcó.
Beneficios de la formalización
Este comentario del director de operaciones es doblemente positivo, ya que reitera otro de los objetivos de SBEA: contribuir a cambiar un poco la mentalidad que se tiene con respecto a las personas que se dedican al reciclaje; y a mostrarles a quienes trabajan en ello, en la importancia de invertir en su salud y bienestar.
“El reciclaje sigue siendo algo mal visto; incluso, a quienes desempeñan ese trabajo todavía se les llama ‘desechables’. Por eso, como lo hemos conversado con la representante legal de la Asociación, nosotros queremos marcar la diferencia para que no haya una guerra entre recicladores y separadores de aseo; y para que seamos un ejemplo aquí en San Andrés afiliando a estas personas a una EPS o a una Administradora de Riesgos Laborales (ARL), porque muchas veces ellos se lastiman dado que en las casas no existe aún la cultura de separar los materiales peligroso como el vidrio”, señaló.
Por último, Arigan Forbes se refirió a la capacidad de la nueva planta, resaltando que recibieron dos compactadoras donadas por Latam con las cuales pretenden triplicar las toneladas compactadas.
Dichas máquinas son nuevas, un poco diferentes a las que tenían antes de la conflagración, así que en este momento están todavía en fase de pruebas, evaluando el peso adecuado de las pacas para transportar el peso de forma confortable y segura.
“Un número exacto mensual no tenemos todavía estandarizado, pero podemos estar manejando otra vez, mientras nos acoplamos, las 15 toneladas mensuales (de solo plástico) que teníamos antes del siniestro, cuando teníamos una sola compactadora y contabilizábamos solo el plástico y no cartón y otros materiales. Ahora con las dos compactadoras, aspiramos lógicamente a aumentar esta capacidad y pretendemos ya en 2026 estar manejando unas 20 toneladas en principio, y ahí ir subiendo hasta un promedio de 50 toneladas mensuales, que es nuestra meta”, puntualizó.
(Foto: Opal Bent)
