«De forma gentil, puedes mover el mundo» —Mahatma Gandhi. La gentileza es una virtud tan importante como la humildad, el amor y la honradez. Sin embargo, esta cualidad no suele tenerse en cuenta en la sociedad. Puede definirse como la virtud de la ternura y la bondad por la que una persona decide interactuar con otras en una sociedad determinada._(English version bellow)
Se ha demostrado que la gentileza es el elemento cohesionador de una comunidad. Funciona como una virtud fundamental que impide que las comunidades adopten comportamientos agresivos entre sus miembros. Establece los límites dentro de los cuales las interacciones deben llevarse a cabo con respeto y dignidad para todos los individuos.
La cuestión es por qué esta virtud parece escasear en la sociedad contemporánea.
Este fenómeno puede atribuirse a la proliferación de acontecimientos angustiosos en nuestra sociedad. Estos sucesos han tenido un profundo impacto en la salud psicológica, emocional, social y mental de las personas, y a menudo han provocado respuestas de ansiedad y reactividad como mecanismo de protección.
Un análisis superficial de las interacciones en las redes sociales revela que los usuarios tienden a participar en intercambios conflictivos y potencialmente hostiles con los demás. Este fenómeno puede compararse con la situación de tener una piedra en la mano, preparada para usar de inmediato en un acto de agresión u hostilidad hacia otra persona.
Asimismo, cabe destacar la forma en que los funcionarios públicos interactúan con las personas que acuden a sus oficinas para ser atendidas. Se ha observado que estas interacciones pueden resultar incómodas para el servidor público. Estos funcionarios aparecen tensos, agresivos e, incluso, enfadados. Parece haber una notable ausencia de cortesía hacia quienes buscan asistencia.
Evidentemente, existe una necesidad urgente de promover un cambio social que fomente la amabilidad y el respeto, y que permita establecer relaciones más humanas.
Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, en una ocasión en que Tito, el prodigio de Pablo, trabajaba en un entorno difícil, Creta, le aconsejó cómo hacer el bien a la gente a la que servía.
Pablo aconsejó a Tito: «No deben ser agresivos con nadie, sino ser amables y mostrar verdadera humildad».
Según Pablo, un comportamiento amable y gentil en las interacciones contrarrestaría eficazmente la agresividad y la tensión reinantes en el difícil entorno de Creta. Del mismo modo, si se siguiera su consejo, sería posible abordar algunas de las interacciones problemáticas que se producen actualmente en la esfera pública: la política, los cargos públicos e incluso las relaciones entre los funcionarios públicos en sus respectivos lugares de trabajo.
Que la revolución de la gentileza comience por nosotros. Aunque hay razones legítimas para estar enfadado y ser agresivo, es mucho más beneficioso ser amable, tierno y gentil con nuestros compañeros de trabajo y con el público en general.
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Gentleness: A missing virtue in today's society
"In a gentle way, you can shake the world." - Mahatma Gandhi
Gentleness is as significant a virtue as humility, love, and honesty. However, this quality is frequently disregarded in society at large. Gentleness can be defined as the virtue of tenderness and kindness out of which a human being chooses to interact with other human beings in a given society.
Gentleness has been demonstrated to be the glue that holds a community together. It functions as a fundamental virtue, preventing communities from engaging in aggressive behaviors towards one another. It establishes the boundaries within which interactions are to be conducted with respect and dignity for all individuals.
The question, then, is why this virtue appears to be in short supply in contemporary society?
This phenomenon may be attributable to the proliferation of distressing events within our society. These events have had a profound impact on individuals' psychological, emotional, social, and mental health, often inducing feelings of anxiety and reactivity as a protective response.
A cursory examination of social media interactions reveals a tendency among users to engage in confrontational and potentially hostile exchanges with others. This phenomenon can be likened to a situation where individuals are akin to having a stone in their hands, poised for immediate use in an act of aggression or hostility towards another person.
Attention has been drawn to the manner in which public servants interact with individuals who visit their offices to receive services. It has been observed that such interactions can be perceived as burdensome by the public. These officials have been observed to exhibit signs of tension, aggression, and even anger. There appears to be a notable absence of courteous treatment for those seeking assistance.
Evidently, there is a pressing need for a societal shift towards greater levels of gentleness and respect, fostering more humane interactions.
In view of the aforementioned considerations, on one occasion when Titus, Paul's prodigy, was working in a challenging environment, Crete, he counseled him on how to do good among the people he served.
Paul advised Titus: "They must not be aggressive to anyone, but be gentle and show true humility.”
According to Paul, a gentle and kind demeanor in interactions would effectively counteract the prevailing aggression and tension in the challenging environment of Crete. Similarly, adherence to Paul's counsel would address some of the problematic interactions currently occurring in the public sphere, encompassing politics, public offices, and even among public servants in their respective workplaces.
Let the revolution of gentleness begin with us. While there are legitimate reasons to be angry and aggressive, it is far more beneficial to be kind, tender, and gentle with our co-workers and the public at large.
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Este artículo obedece a la opinión del columnista. EL ISLEÑO no responde por los puntos de vista que allí se expresan.
