La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago (Coralina) entrega algunas recomendaciones, en pro de la protección de las tortugas marinas. Esta es una de las especies clave de islas, pero una de las más amenazadas; por lo que se hace imperativa su adecuada manipulación, especialmente en su estado juvenil.
La entidad informó que en respuesta a un video que circula en redes sociales, en el que se observa la liberación de varios neonatos de tortugas carey en un cayo del Archipiélago, con la colaboración de la comunidad, emite las siguientes recomendaciones:
1. Informar a la autoridad ambiental, al teléfono (608) 5131130 o a la Policía Ambiental (123), sobre la presencia y ubicación de nidos, tanto en la fase de desove como en la de eclosión y salida de las tortuguitas. Esto permitirá realizar un monitoreo adecuado del mismo, identificar la especie y llevar a cabo un conteo de los ejemplares; adicional a reubicar el nido, si existe un alto riesgo de pérdida por inundación o daño.
2. Evitar manipular a las tortugas, especialmente si son neonatos. Al emerger del nido, estos organismos necesitan interactuar con su entorno natural (la playa) para establecer un referente geográfico que les permitirá regresar, años después, al mismo lugar para desovar.
3. No sacarlas de su hábitat, ya que esto puede causarles la muerte o alterar sus comportamientos naturales. Sin embargo, si se requiere intervenir porque la vida del animal está en riesgo, es fundamental tomar las medidas de seguridad necesarias y actuar de manera rápida.
Coralina recalca que cada especie de tortuga tiene tiempos de incubación y necesidades de manejo y alimentación específicos, por lo que es crucial que los profesionales identifiquen correctamente la especie para aplicar los protocolos de monitoreo biológico adecuados.
Además, los eventos de eclosión pueden servir como una valiosa estrategia de educación ambiental, conservación y fomento del ecoturismo.
Coralina –concluye el boletín– “agradece profundamente a los ciudadanos que participaron en la liberación de las tortuguitas, así como a quienes fomentan buenas prácticas en la protección de la fauna y su conservación. No obstante, reiteramos que es fundamental acatar las medidas antes mencionadas para evitar alterar su comportamiento y poner en riesgo la salud tanto de los animales como de las personas”.