La empresa isleña ‘Lion Fish Expeditions’ realizará nuevamente jornadas de caza de pez león, esta vez en East-South East Cay (llamado también Cayo Bolívar), entre el 12 y el 14 de octubre. Habla Lina Hudson, representante de la compañía.
Es válido recordar que esta operadora de buceo, desde hace unos años se ha empeñado (por su propia cuenta) en realizar acciones de mitigación de esta especie, considerada ‘invasora’ en aguas del Caribe puesto que se alimenta de especies comercialmente muy importantes para los pescadores artesanales del Archipiélago, tales como chernas, pargos, y hasta pulpos.
En una primera expedición este año, en el mes de marzo, el equipo de Lion Fish viajó a South-South West Cay (conocido como Cayo Albuquerque) con el apoyo de la Estación de Guardacostas de San Andrés, institución que también está cooperando en esta ocasión.
El pez león y su apetito voraz
En diálogo con Hudson, la intención es llegar a este otro cayo, que también reviste suma importancia para los pescadores artesanales, quienes han manifestado que es evidente la merma de peces de tamaño óptimo para ser capturados y, por ende, han disminuido sus ingresos al vender menos pescado del que era habitual años atrás.
“La intención de este viaje es lograr este año la meta de cubrir ambos cayos, que son de los más relevantes para nuestros pescadores, y para cubrir sitios fuera de la isla (de San Andrés), donde permanentemente hacemos capturas para tratar de contribuir a disminuir la población de pez león”, explicó la instructora de buceo.
La representante de ‘Lion Fish Expeditions’ también comentó que en total viajan 18 personas, incluyendo la tripulación de la Armada, cuatro buzos de esta institución militar, un biólogo, una ecóloga, tres pescadores artesanales (dos que son apneistas y uno más que ayudará en temas de alimentación) y el resto es personal de esa empresa.
En cuanto a los profesionales, indicó que se trata del biólogo sanandresano y buzo Allan Macariz; y de la ecóloga y cazadora experimentada de pez león, Laura Valderrama.
“Es importante decir que esta vez vamos mejor preparados; basados en nuestra primera experiencia (en Albuquerque) ajustamos algunas cosas, llevando a dos pescadores artesanales que descenderán ‘a pulmón’ para que sean nuestros guías, porque ellos son quienes mejor conocen el espacio, entonces para que seamos más efectivos y estratégicos en los puntos por donde ingresemos al mar”, señaló.
Loable labor
Hudson dijo que también los motiva incorporar pescadores isleños, para hacer que se concienticen mucho más respecto a la importancia de mantener el cayo en buen estado, dado que de eso depende el sustento para sus familias y, en general, la seguridad alimentaria en el Archipiélago. Y para que aprendan, además, cómo cazar este tipo de pez y para que saboreen su carne (que es muy apetecida en el continente colombiano), para que tengan otra opción en sus faenas.
Para concluir, la gerente afirmó que según un estudio efectuado en una de las islas del Caribe, se encontró que si se llega a estos puntos al menos cada seis meses, el control sobre el pez león puede tener un impacto mayor, en relación con la disminución de individuos, que suelen reproducirse en cantidades abrumadoras.
“Con el favor de Dios, esperamos que quien reemplace al actual comandante de la Estación de Guardacostas de San Andrés (el capitán de Fragata Guillermo Lozano), que es quien nos ha dado estas oportunidades fuera de la isla, entienda nuestro propósito y podamos seguir saliendo, para darle continuidad a esta iniciativa, ubicar estaciones de monitoreo y puntos de control marcados de pez león”, puntualizó Hudson.
Para concluir, es válido recordar algunos de los resultados obtenidos en Albuquerque en marzo pasado:
- Se extrajeron en total 21 individuos de pez león, a una profundidad máxima de 25 metros.
- La gran mayoría de éstos teneía un tamaño promedio, pero eran bastante pesados.
- El espécimen capturado más grande, tuvo un tamaño de 35 cm.
- El 50% de la pesca estuvo representada por hembras con huevos.
- Otro de los hallazgos, tal vez el más relevante, fue que en un alto porcentaje se encontraron dentro del estómago de los capturados todavía peces enteros (recién comidos), lo que prueba la voracidad de esta especie.
(Foto: cortesía Lina Hudson)