Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad Nacional (Unal) y la Universidad de Maryland, Estados Unidos, reveló nuevos métodos de predicción de huracanes de rápida intensificación, responsables de grandes afectaciones en el mundo.
El trabajo, adelantado por Jhayron Pérez, de la Maestría en Meteorología de la Universidad de Maryland, y Duván Nieves, de Ingeniería Ambiental de la Facultad de Minas de la UNAL, Sede Medellín, mejora la predicción de estos fenómenos naturales y busca mitigar el impacto en regiones vulnerables como San Andrés.
El resultado de esta investigación se dió luego del análisis de las imágenes satelitales de 15 ciclones de alta y baja intensidad, de las que pudieron evidenciar que cuando el núcleo del ojo del huracán se contrae, hace que la velocidad de los vientos aumente produciendo una intensificación rápida.
"Con este trabajo buscamos entender por qué estos ciclones se intensifican tan rápidamente, lo que genera pérdidas de vidas y económicas”, señalaron.
De acuerdo con los investigadores, que presentaron su trabajo esta semana durante el II Congreso Internacional de Variabilidad y Cambio Climático, organizado por las Facultades de Ciencias y Ciencias Agrarias de la Unal Sede Bogotá, “los ciclones tropicales que alcanzan categorías 4 y 5 en la escala Saffir-Simpson (que mide la intensidad de los huracanes) con vientos superiores a 252 km/h, son los más destructivos y han afectado gravemente regiones colombianas”.
Sobre algunos de estos, se refirieron a los más recordados en el país, como el Joan en octubre de 1988 (que atravesó la península de La Guajira y se desplazó por el sur de San Andrés); César, en julio de 1996; Mathew, en octubre de 2016 (que se desplazó por el norte de la península de La Guajira) y el Iota, en noviembre de 2020.
Finalmente, los estudiantes indicaron que confirmaron la teoría sobre los ciclos de convección en los ciclones tropicales de alta intensidad, "la cual se basa en el principio de la convección atmosférica, donde el aire caliente tiende a subir y el aire frío a bajar, creando corrientes de aire. El proceso es fundamental para el transporte de calor en la atmósfera y es responsable de muchos fenómenos climáticos, como la formación de nubes y tormentas".
De esta manera, la investigación sugiere que estos hallazgos se podrían implementar en modelos predictivos dinámicos y estadísticos para mejorar los pronósticos en tiempo real. "Con imágenes satelitales actualizadas cada 10 minutos sería posible ofrecer predicciones más precisas y reducir la incertidumbre en las alertas", concluyeron.