En los últimos tres años y en lo que va del 2010, 244 personas de los países de Eritrea, Somalia y Etiopía, fueron deportadas y expulsadas del país por permanecer de forma ilegal en Colombia, país considerado por las mafias de tráfico de personas, como un puente obligado para enviar a sus víctimas a los Estados Unidos. Este trampolín es también utilizado por los asiáticos y en menor grado otros suramericanos.
El director del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), Felipe Muñoz, dijo que las mafias de tráfico de personas están utilizando las mismas rutas de las bandas de narcotraficantes para mover a sus víctimas, cometiendo otros delitos como falsedad de documentos. “El tráfico de personas, es el tercer negocio ilegal, después de las drogas y las armas, que genera mayor rentabilidad a los traficantes”, mencionó Muñoz.
San Andrés, Corn Island y la costa centroamericana han sido escenario principal en buena parte de los casos como paso obligado hacia el llamado 'sueño americano' y en numerosos casos se han detectado redes de apoyo a dicho negocio ilícito e inhumano.