A través de una campaña pedagógica, personal de la Secretaría de Seguridad y Convivencia Ciudadana recorrió la peatonal y las playas de Sprat Bight para concientizar a la comunidad, tanto visitante como residente, sobre el uso responsable de los equipos altoparlantes y otros dispositivos de amplificación sonora.
Sobre la sensibilización, se destacó la necesidad de crear un ambiente tranquilo y de convivencia pacífica, "en el que tanto habitantes de la isla como visitantes puedan disfrutar del espacio sin que se vea afectada la comodidad de quienes comparten el lugar".
Ina Bent Archbold, funcionaria de la Secretaría, señaló que los disturbios de alto volumen pueden perjudicar e intranquilizar a quienes disfrutan o transitan por el lugar. Además, informó están entregando volantes que cuentan sobre las afectaciones de ruido en la salud mental e integral.
A propósito, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que una tercera parte de la población tienen algún grado de perdida auditiva como consecuencia de la exposición a sonidos de alta intensidad. En efecto, el ruido es definido por esta entidad como "un sonido desagradable y molesto que es potencialmente nocivo para la audición"
Efectos del ruido
El nivel recomendado por la OMS para garantizar una buena salud y bienestar es de 65 dB. Si la exposición es superior a 85 dB, hay riesgo de pérdida auditiva crónica. Mientras que si la exposición se repite en el tiempo y por encima de 100 dB, hay riesgo de pérdida inmediata.
Así las cosas el ruido afecta la audición, dificulta la comunicación y produce otros efectos negativos sobre la salud: incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares, produce insomnio, genera estrés y problemas psicológicos, dificulta el aprendizaje al disminuir la capacidad de atención y concentración e incluso la memoria y la motivación.