En el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina el aprovisionamiento de agua genera controversias; en épocas remotas la población se abastecía de pozos naturales de agua subterránea, cristalina y abundante y a su vez, cada vivienda isleña contaba con una cisterna para recoger el agua de lluvia durante las épocas de invierno.
Esta era la forma de asegurar la supervivencia durante el año, por cuanto una larga lista de contrastes entre la vida y la muerte se entrelazan en una sola palabra: agua.
Por mencionar algunos testimonios literarios: en el poema 'Soleá de una amor indiferente', del poeta Manuel Benítez Carrasco (1922-1999) de forma romántica, sediento de pasión por una bella dama hace analogía al agua como fuente de inspiración:
“No le va a mi señorío guardarle rencor a un río que fue regando mis flores. Tú me diste los mejores cristales de tu corriente, y no sería decente maldecirte por despecho, sí sé que tienes derecho a dar o negar la fuente.”
Si nos pusiéramos a escarbar en la historia de la humanidad, en lo más íntimo y remoto, encontraríamos al antepasado de todos los animales, plantas y bacterias que existen. Los científicos le pusieron como nombre LUCA por el significado de sus siglas en inglés, que en español se traducen como el Último Ancestro Común Universal, su hábitat fueron las fuentes hidrotermales que hay en el fondo de los océanos.
En lo global, visto está que cada año, millones de personas, la mayoría niños, mueren por enfermedades relacionadas con un abastecimiento de agua, saneamiento e higiene inadecuados que según la Organización Mundial de la Salud, al día mueren alrededor de 3.900 niños a causa del agua sucia y de la falta de higiene”. Es así que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) generó el Decenio ‘El agua, fuente de vida’
Puede agregarse la referencia del contexto histórico de San Andrés - Coralina 2010** que refiere que “la creciente demanda de agua potable los pozos naturales, como Rock Hole, no sólo fueron disminuyendo su producción sino también fueron contaminados por filtraciones provenientes de pozos sépticos mal ubicados. Con el tiempo también se han perforado pozos nuevos que han disminuido el nivel freático de la isla.”
Es así que algunos pozos son tan profundos que han permitido la filtración de agua salada a las corrientes subterráneas; el agua dulce es un recurso escaso en vías a agravarse. De otro lado hay una dependencia al agua tratada, envasada en bolsas y botellones con gran incidencia en el costo de la canasta familiar.
Haciendo resumen para cerrar, inequívocamente se depende de un recurso ad portas escaso y lo será con mayor énfasis mientras permanezca dos factores de la ecuación: sobreexplotación y contaminación del acuífero. En pocas palabras: está en manos de las instituciones que vigilan la delicada relación homocéntrica con esta fuente de vida, el agua.
* Cofundador de la ONG Help 2 Oceans
** Laura Sánchez G. Historiadora “Contexto histórico de la Isla de San Andrés” (CPS 145)
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Este artículo obedece a la opinión del columnista. EL ISLEÑO no responde por los puntos de vista que allí se expresan.