Este miércoles, en las instalaciones del hotel Sol Caribe Campo, tuvo lugar la exposición 'Joyas aladas del Caribe y Macroinsecta: una mirada a los insectos de San Andrés, Providencia y Santa Catalina’, organizada por el Jardín Botánico y la Universidad Nacional de Colombia Sede Caribe; una mirada al trabajo y la investigación de este campo desde arte.
A modo de introducción, la profesora Adriana Santos, rectora de la Sede Caribe, resaltó la importancia de esta labor que por años ha hecho la Universidad y el Jardín, de la mano de biólogos investigadores como los expositores de este espacio: Andrea Pacheco y Rafael Mora.
"Hemos querido divulgar lo que se hace (mediante el arte del dibujo y la fotografía en este caso), para que tanto niños como jóvenes, adultos y turistas puedan conocer la belleza que tiene también la isla; no sólo en temas de especies acuáticas, también terrestres que son fundamentales en los diferentes ecosistemas", explicó la docente, quien además dio a conocer que próximamente estará en el aeropuerto de la isla y en colegios donde ya la han solicitado.
Un trabajo minucioso y un llamado a la comunidad
Por su parte, la bióloga Pacheco, quien por años se ha dedicado a la investigación y observación de aves en el Archipiélago, destacó el trabajo conjunto para mostrar la riqueza ambiental de las islas y reconocer la "importancia de las aves para la isla en lo ecológico, económico, social y cultural; y que mejor manera de hacerlo a través del arte: estas ilustraciones que fueron hechas por un artista (Guillermo Guarín) de la sede Medellín".
Además, ambos expositores recordaron la importancia de los insectos, pues además de ser alimentos para aves, son esenciales en temas como la polinización, control de plagas, reciclaje de nutrientes y la producción de alimentos para el ser humano y poseer compuestos químicos de interés medicinal.
Finalmente, Pacheco precisó que actualmente se ha identificado la reducción de la calidad de algunos ecosistemas, por factores como la abundancia de residuos, la tala de bosques, la pérdida de manglares y la presencia de especies introducidas, como –por ejemplo– las babillas en Big Pound, la cual ha derivado "en que algunas especies ya no puedan acercarse, porque se sienten amenazadas".