En el rescate de la seguridad ciudadana nunca serán suficientes los esfuerzos aislados de la fuerza pública. Hay que hacer màs.
Cualquier campaña para librarse de un enemigo tan escurridizo como el narcotráfico no tendrá éxito sin la participación de la comunidad en general. De ninguna otra forma será posible que San Andrès y Providencia vuelva a ser un territorio de paz como lo era antes.
Pero no estrictamente delatando a los delincuentes (como lo pretende el gobierno nacional mediante las recompensas que ofrece por cualquier información que sirva para la captura de los malhechores) sino propugnando por una educación formal mejor que la presente para la generación que comienza e impartiendo en el seno de las familias isleñas la instrucción correcta.
No es mentira que en algunos hogares no se dieron los ejemplos adecuados a los hijos para que luego no fueran seducidos tan fácilmente por el dinero fácil. El sobrepoblamiento de San Andrès, especialmente, conllevó una grande combinación cultural aún no bien calibrada y trajo consigo alergias que irritaron la piel del tejido humano ya existente.
La solidaridad y la convivencia sana tienen que volver a ser posibles.
Por tanto, a la gobernación le incumbe ser màs amplia a la hora de crear oportunidades laborales a los jóvenes que salen a buscar trabajo; a la empresa privada no pensar sólo en los dividendos económicos sino en el bienestar general de las personas que ocupa en sus actividades; a los medios de comunicación social promover el debate de las ideas y la cultura ciudadana.
El Estado, por su lado, tiene la obligación de no bajar la guardia contra la corrupción porque gran parte del problema proviene de la descomposición moral de algunas de sus instituciones encargadas del orden y la seguridad, que ha permitido el libre movimiento del tráfico de estupefacientes por las islas durante años sin que nada ni nadie pudiera detenerlo.
Por Nadim Marmolejo Sevilla
COLETILLA: “Para algunos el uso debido del tenedor es màs importante que las condiciones morales de una persona”. Isabel Allende