El experto en zonas costeras de la Universidad Autónoma de México (Unam), Rodolfo Silva Casarín, estuvo este miércoles, en las instalaciones de la corporación ambiental Coralina, dictando la conferencia ‘Una nueva visión para las costas y playas y el panorama del sargazo’, espacio en el que se propició el diálogo de saberes como medida real y efectiva para combatir los problemas de los ecosistemas costeros y encontrar soluciones para mitigar el cambio climático.
Silva Casarín dijo que su propósito en las islas es impulsar "que la gente que tiene mucho conocimiento, pueda expresar y ver de qué manera entre todos podemos canalizar acciones para mejorar localmente y, por consiguiente, si tenemos un Archipiélago más sustentable, vamos a dañar menos el planeta entre todos". En ese sentido, el experto agregó que "todos ganamos si todos tenemos mejor calidad de vida; es la única manera de detener lo que es cambio climático".
En efecto, Silva resaltó la importancia que tiene la población local de cada territorio, asegurando que no son un problema, por el contrario, son la solución: "tenemos que aprender a acompañarnos de ellos y ponerlos como líderes; quienes venimos de afuera podemos ser la base, un apoyo, y empezar a cambiar la visión sobre que todo es un problema".
Visiones
Así las cosas, el experto indicó que el sargazo, por ejemplo, "puede ser una oportunidad de desarrollar ciertas actividades económicas: como biofiltros de agua y así mejorar su calidad, para la generación de energías más limpias, como material para construcción, incluso como alimento para ganado", entre otras; su aprovechamiento depende de "la necesidad existente".
En cuanto al manejo de las playas, Silva expresó que estas dependen de muchos procesos, tanto terrestres como marinos, y hay que tener un balance: "necesitamos ecosistemas como los corales, que las praderas de pastos marinos sean más sanos, la vegetación y el agua que llega a las costas sean más sanas", y así se tendrán playas más saludables.
"Hay que conservar la identidad, la cultura"
Finalmente, aunque Silva afirmó que, según su experiencia y lo observado hasta ahora en el Archipiélago, son muchas las técnicas o trabajos que podrían replicarse en las islas, lo primordial es conservar la identidad y la cultura de la gente: "cuando empezamos a perder parte de la dignidad de las personas, empezamos a tener una descomposición social... si la gente es orgullosa de su sitio, de su territorio, la gente lo conserva; necesitamos que sepan y sean realmente dueñas de su entorno, que culturalmente les pertenezca".
Para Silva, este último aspecto es el único que observa "un poco frágil, particularmente más en San Andrés que en Providencia. Si ustedes empezarán a exigir eso, podrían tener mejor calidad de vida", concluyó.