Un colectivo interdisciplinario de tareas coordinado por la organización Corales de Paz, se sumó este martes a las jornadas de sostenibilidad de la quinta edición de la 'Semana Ciclo Siete' en San Andrés, mediante la siembra de corales Cuerno de Alce (Acropora palmata), en el tradicional sitio de buceo y punto de restauración conocido como La Pirámide.
Cabe recordar que Corales de Paz, viene adelantando pruebas de restauración con esta especie y el Coral Cerebro (Diplora strigosa) ubicados en Little Reef (la pequeña barrera de coral) que al adolecer de boyado desde principio de año permite el paso de raudas embarcaciones y jetski causantes de graves daños.
En esta ocasión le tocó el turno a los fragmentos del Cuerno de Alce, diseminados por un forzado canal luego de los estragos que acabaron por lo menos el 30 por ciento de lo que antes fue un maravilloso ecosistema, que daba la bienvenida a este santuario.
Se recogieron por lo menos 15 fragmentos grandes y en el lugar quedaron gran cantidad de pedazos que tratan natural e instintivamente adherirse entre sí o volver a pegarse para sobrevivir y albergar cualquier cantidad de vida marina entre sus dorados relieves.
Con estos fragmentos el grupo de ambientalistas y voluntarios, hicieron un ensayo o piloto, llevándolos con mucha precaución a tierra, para emplear una técnica nueva de micro fragmentación, que consiste en realizar cortes cada vez más pequeños para volver a replantarlos.
Al finalizar los cortes, alrededor de 75 micro fragmentos fueron llevados a La Pirámide, donde se realizaron las maniobras de pegado, en grupos de dos buzos, dispuestos en cuatro secciones en una jornada de trabajo de aproximadamente dos horas.
La unión hace la fuerza
“La micro fragmentación es una técnica que se está usando recientemente para la recuperación o restauración de arrecifes de coral y consiste en que como los corales son organismos masivos, que son la unión de muchos individuos que conforman una colonia, pueden tener la capacidad de fragmentarse en pequeñas piezas, lo cual va a generar que para la recuperación de ellos mismos –siendo el mismo genotipo o individuo– crezcan y tiendan a unirse más rápidamente”, dijo María Fernanda Maya, coordinadora de Corales de Paz.
De este ensayo podrían verse resultados en aproximadamente un mes cuando el grupo realizará una nueva incursión a La Pirámide para constatar si el proceso de pegado de los micro fragmentos de oportunidad, arrojan resultados positivos.
De ser así, el piloto tendría un éxito asegurado y la metodología podría ser usada para continuar repoblando La Pirámide y otros sitios en el archipiélago como Little Reef, que han perdido su esplendor por la incursión inconsciente y dolosa del hombre.
Además de la ya mencionada Maya, participaron en este proyecto: por Corales de Paz, Andrea Caicedo y Daniel Florio; por la Fundación Seaflower, Laura Valderarma; por Coralina, Alex Pérez, Shane Escalona, Joselyn Bryan y Rubén Azcarate; por Banda Dive Shop, Mattia Danieletto; por la Estación de Guardacostas: el Cabo segundo David Betancur y el Oficial tercero Jeferson Rebollo; y por periódico EI ISLEÑO, Ethel Bent.
“Para nosotros es fundamental participar en todas las campañas que tengan que ver con la protección del medio ambiente, porque hace parte de nuestras funciones para garantizar un buen futuro para nuestros hijos y ojalá podamos dejarles algo más bonito de lo que estamos viendo hoy en día”, dijo Nicolás Guzmán, Capitán de Guardacostas.
Durante el Ciclo Siete de 2018 en La Pirámide fueron sembrados fragmentos de Cuerno de Alce y Coral Dedo, que han sido monitoreados regularmente por voluntarios aliados de esta iniciativa y el resultado ha sido satisfactorio toda vez que –pese a que el sitio sigue siendo de los más concurridos por compañías de buceo– los corales se han unido y crecido favorablemente.