Sobradas razones le asisten a los miembros de la Casa de la Cultura de San Andrés cuando indignados rechazan un proyecto de reconstrucción mutilado y maquillado. Planear a la entidad cultural madre de las islas sin incluir a la antigua biblioteca Francisco Newball –entre otras carencias–, con el argumento que existe ‘otra’ en el Banco de la República, es un despropósito irracional y, desde luego, inaceptable.