En el esperado Año Internacional del Turismo Sostenible, San Andrés se rajó de salida. Los crecientes vertimientos de aguas residuales, superaron todos los cálculos y pusieron de manifiesto la punta de un2iceberg colosal que quizás no alcanzamos a dimensionar… Ya es hora de coger ese toro por los cachos y domesticarlo. Antes de termine por envestirnos a todos a punta de boñiga.