Con el propósito de fortalecer el aprendizaje del Creole como lengua materna y principal medio de comunicación entre los habitantes del Departamento Archipiélago, culminó con éxito el primer curso trilingüe (español, inglés y creole), en marco del llamado Plan San Andrés.
Los 30 graduandos, acompañados por familiares y amigos, fueron certificados en un acto llevado a cabo en la Primera Iglesia Bautista de la Loma, con la presencia de la consejera Paula Acosta, en representación de la Presidencia de la República.
“El presidente Juan Manuel Santos ha sido un abanderado de la reivindicación de la identidad raizal frente al poblamiento y mestizaje continental, que se materializa a través de acciones como la que presenciamos hoy, cuando se gradúa la primera generación de más de 30 jóvenes raizales capacitados para la enseñanza del creole”, expresó la alta consejera.
En el largo plazo el proyecto busca que el paso por las calles de San Andrés, sea sinónimo de encontrar relatos interesantes que tomen vida y color en la voz y los gestos de los raizales, aquellos pobladores nativos de la isla, para quienes es invaluable su territorio, su historia y su lengua materna Creole.
Una de las estudiantes, Janeth Baldonado, al finalizar el curso dijo: “I think the course of Creole, is very important to us, islander, because it helps us build our culture, our Creole, which characterizes us as islanders”, palabras que traducen al español: “Creo que el curso de Creole, es muy importante para nosotros, isleños raizales, porque nos ayuda a mantener nuestra cultura, nuestro creole, que nos caracteriza como isleños”.
El coordinador académico del curso, profesor Dulph Mitchell, a su turno dijo “El curso trilingüe ha sido un éxito, una realidad: aquí tengo el primer grupo de los estudiantes que integra el curso que estamos clausurando hoy”.
Cabe anotar que en la historia reciente de la isla, la lengua materna de los sanandresanos, no ha hecho parte del servicio educativo convencional, lo que conlleva a que la mayoría de niños, niñas y jóvenes que crecen actualmente en San Andrés, no estén aprendiendo creole durante su escolaridad.
De ahí la importancia del esfuerzo de formar a esta nueva generación de jóvenes que en el corto plazo sea propagadores de la lengua materna de la isla.