“Vamos a los Montes de María, vamos compañero” me decían unos amigos, yo les respondía no, porque esa es zona de guerra, de paras y guerrilla. “No, eso ha cambiado por allá, ya el estado tiene esos pueblos controlados con sus fuerzas militares y policías, vamos y veras lo bello que son esos pueblos y su gente”.
Quiero iniciar con esta frase que es la que normalmente se dice cuando nos convidan a viajar a estos pueblos que están manchados por todas esas malas noticias que colman los medios de comunicación, sobre todo televisivos; lógico, por aquellos hechos que inundaron de sangre estas tierras que por un tiempo fueron grandes por sus riquezas frutales, hortalizas y tubérculos.
Pero con la experiencia que vivimos en este sector del país, queremos compartir con ustedes que esos pueblos siguen siendo de gente pujante, trabajadora, campesina de la buena y con ganas de echar pa´lante, para retomar lo que alguna vez fueron conocidos.
Estas tierras de los Montes de María hoy se recuperan, se quieren quitar esa imagen de pueblos inseguros y por eso un grupo de innovadores que siempre han estado allí, trabajando para que la gente se muestre y sea capaz de decir al mundo que ellos existen y que son tierra de paz, amor y amistad. Luchan para que esa imagen cambie.
“Llegamos a los Montes de María”, dice mi compañero tierra de una gastronomía envidiable si no pregunta por el mote de queso o la 'chepacorina', dos elementos de la comida típica de estas regiones, donde también se cultiva aguacate, la hoja del tabaco, yuca y ñame, productos que en un tiempo fueron la materia prima de este sector de Bolívar, ya que se cultivaban en abundancia y por culpa de aquellos que se querían apoderar de las tierras, esos cultivos no volvieron hacer tan grandes.
Hoy los Montes de María son ejemplo de tenacidad, verbo que conjuga un colectivo denominado los Montes de María línea 21, equipo liderado por unas mujeres que vienen trabajando para que los niños, los jóvenes, las madres cabeza de hogar y cualquier persona del pueblo salga adelante o apartarla de caminos que son prohibidos para la sociedad montemariana, es que este ‘dreamteam’ conformado por profesionales que visionan y sueñan, busca que hoy en día todos esos chicos y personas de esta región colombiana muestren a través de alternativas de comunicación que quieren, a que le temen y como se ven, así se busca potencializar y cerrar brechas que el pasado reciente les marcoó a los habitantes de estos pueblos que hoy son vistos por el estado con tal vez una pequeña mirada de apoyo y ayuda.
Los Montes de María que conforman varios pueblos de dos departamentos de la Costa Atlántica como lo son Sucre y Bolívar unidos por su cultura, tradiciones y gastronomía, fueron golpeados por esa ola de grupos terroristas, narcotraficantes, guerrilleros, paramilitares y hasta por el propio estado con su fuerza pública, hoy muestran otra faceta luego de “superar” esas tragedias que aun los marca en sus mentes y corazones, marcas que tal vez son de por vida, muchos por las pérdidas de sus familiares y otros por la pérdida de sus tierras, pero esas etapas vienen siendo superadas y hoy en día se están retomando algunas actividades que buscan mostrarse como unas tierras de paz, de conciliación y de amable gente para todo el que quiera visitarla.
Dentro de esas actividades nos encontramos con un festival audiovisual que está en su versión número cinco y para deleite de quienes visitamos al Carmen de Bolívar por esos días, epicentro de este festival pudimos apreciar como este y todos los municipios que conforman esta región de los Montes de María vienen mejorando todo ese entorno creado alrededor de ellos no solo con la visual que muestran en sus sectores, si no como los habitantes muestran simpatía, amabilidad y hospitalidad.
El festival audiovisual lo que busca es que la comunidad tenga un espacio donde ir, un lugar donde concentrase, un lugar donde apreciar lo que pasa en el pueblo, algo para divertirse y que sirva de plataforma para crear, pensar y recuperar, así lo indico una de las guerreras, de las verracas de esta creación, como lo es Soraya Bayuelo a quien por esos días del festival, todo el pueblo, visitantes, amigos e invitados perseguían, abrasaban, besaban y felicitaban, “ella es la que le da vida a este cambio, ella es la que quiere que todo el mundo se empodere de sus tierras, ella es la que quiere que la gente tal vez olvide todo lo que padecimos”, comentaba una compañera del colectivo que la secunda en todas estas actividades que buscan generar cultura de creación y comunicación en los Montes de María, y comunicación por que aun la gente no está dada a dialogar con los visitantes o responder por algo que se le pregunte, no por que no quieran si no porque aun están esas marcas de aquel pasado tenebroso, de aquellas horribles noches, de aquellos ruidos generados por armas de fuego que cegaron muchas vidas, eso de lo que no quieren hablar muchos delos habitantes de estos pueblos que hoy muestran una cara diferente, gracias a varias personas que están haciendo un trabajo que vienen mostrando estas tierras con otra cara a la que normalmente muestran los televisores.
Pero es que sembrando, cosechando esperanzas para la paz y la reconciliación seguiremos trabajando por nuestra gente, por nuestros pueblos, para que aquellos que alguna vez sembraron esa pesadilla, hoy todo esto se convierta en siembra de paz y, así quedo reflejado en los cortos y largo metrajes expuestos en la plazoleta del Carmen de Bolívar donde tuvo epicentro el V Festival Audiovisual y donde seguramente se extraerán todas esas inquietudes expuestas por la propia comunidad quienes a través de sus proyectos comunicativos y audiovisuales muestran que ha pasado en cada una de sus tierras y que quieren para mejorar y olvidar.